La versión "flash" o preliminar del índice compuesto de gestores de compras (PMI) de IHS Markit/CIPS para Gran Bretaña subió a 48,3 desde los 48,2 de octubre, lo que supuso su lectura más baja desde enero de 2021, cuando hubo un cierre de COVID-19.

"Una nueva y pronunciada caída de la actividad empresarial en noviembre se suma a los crecientes indicios de que el Reino Unido está en recesión, y es probable que el PIB caiga por segundo trimestre consecutivo en los últimos meses de 2022", declaró Chris Williamson, economista jefe de empresas de IHS Markit.

Las lecturas del PMI por debajo de 50 representan una contracción económica, y los economistas encuestados por Reuters habían esperado que el PMI flash cayera de nuevo este mes hasta 47,5.

IHS Markit dijo que, aparte de la pandemia, el PMI británico apuntaba ahora a la mayor caída trimestral de la producción económica desde principios de 2009, durante la crisis financiera mundial, con un descenso del 0,4%.

Los datos oficiales mostraron que la economía británica se contrajo un 0,2% en los tres meses hasta finales de septiembre, y la semana pasada la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria británica dijo que estimaba que la economía había entrado en una recesión que duraría hasta finales del próximo año.

El martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos pronosticó que Gran Bretaña tendría la mayor caída de la producción entre las naciones ricas del Grupo de los Siete el año que viene.

El PMI mostró que los nuevos pedidos cayeron al ritmo más rápido desde enero de 2021 y que el crecimiento del empleo se había ralentizado.

"El estado de ánimo empresarial sigue siendo uno de los más sombríos vistos en el último cuarto de siglo, en medio de los numerosos vientos en contra, que incluyen la crisis del coste de la vida, la guerra de Ucrania, el aumento de las pérdidas de las exportaciones -a menudo vinculadas al Brexit-, el aumento de los costes de los préstamos, el endurecimiento fiscal y el aumento de la incertidumbre política", dijo Williamson.

Sin embargo, las empresas informaron de las presiones inflacionistas más débiles en más de un año, aunque siguieron siendo elevadas según los estándares históricos. Este descenso será bienvenido por el Banco de Inglaterra, que teme que la inflación tarde en volver a su objetivo del 2%, después de haber alcanzado en octubre un máximo de 41 años del 11,1%.