El Brexit ha aislado en gran medida a la City de la Unión Europea, lo que ha presionado al Gobierno para que suavice las normas, ya que Ámsterdam ha superado a Londres para convertirse en el principal centro de negociación de acciones de Europa.

"El enfoque del gobierno para reformar el panorama regulador de los servicios financieros reconoce y protege los cimientos sobre los que se asienta el éxito del Reino Unido como centro de servicios financieros: agilidad, normas reguladoras constantemente elevadas y apertura", afirmó el Ministerio de Finanzas en un comunicado.

El lote de reformas previstas también incluye una revisión de las normas sobre ventas en corto, la revisión de los folletos emitidos por las empresas cuando cotizan en bolsa y un plan para derogar y reformar las normas que se introdujeron cuando Gran Bretaña estaba en la UE.