Los reguladores británicos carecen de la mentalidad necesaria para impulsar el crecimiento y la competitividad global del sector financiero, y necesitan el respaldo parlamentario para aceptar más riesgos a la hora de aplicar las normas, afirmó el miércoles la City de Londres.

Chris Hayward, responsable político de la City, que administra el distrito financiero de la capital, afirmó que es necesario un nuevo organismo público-privado para atraer la inversión extranjera.

El sector está preocupado por su competitividad tras quedar en gran medida aislado de la Unión Europea desde el Brexit, y a medida que las empresas británicas optan por cotizar en Nueva York.

En respuesta a esto, a la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) y a la Autoridad de Regulación Prudencial del Banco de Inglaterra se les ha dado un objetivo secundario de ayudar al crecimiento y a la competitividad internacional del sector financiero a la hora de redactar las normas, pero existe escepticismo de que vaya a suponer una diferencia.

"No creo que la FCA en particular, los reguladores en general, culturalmente hayan encontrado dentro de su psique promover realmente la asunción de riesgos, aprovechar las oportunidades para promover el crecimiento, ser flexibles", dijo Hayward al comité de regulación de los servicios financieros de la Cámara de los Lores.

La nueva competencia por sí sola no impulsará la inversión interna y el crecimiento, y se necesita un nuevo organismo de promoción para que el Reino Unido pueda competir con Irlanda y otros países, afirmó Hayward.

"Parece haber cierta reticencia a tener una asociación público-privada", dijo Hayward.

El Parlamento también debería respaldar a los reguladores para que acepten más riesgos, dado que implica una "retribución" cuando las cosas van mal, como a veces es inevitable, añadió.

"No es justo convertir a los reguladores totalmente en el chivo expiatorio", dijo Hayward.

La FCA, que no hizo comentarios inmediatos, se ha enfrentado a una feroz reacción contra sus planes de "nombrar y avergonzar" a las empresas que investiga desde el principio, en lugar de hacerlo una vez concluida la investigación.

El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, ha dicho que los planes parecen contradecir el objetivo de crecimiento y que deberían replantearse.

Jonathan Hill, miembro del Comité, sugirió que los reguladores necesitan claridad entre sus obligaciones estatutarias y la discrecionalidad de "cielo azul" y "misión social" que hay detrás de 'nombrar y avergonzar' y otras propuestas que "reducen" el crecimiento y la competitividad.

El comité está examinando el nuevo objetivo de competitividad antes de que los reguladores presenten su primer informe anual al respecto en las próximas semanas.