Los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido atacaron el viernes el principal hospital que aún funcionaba en al-Fashir, en el estado sudanés de Darfur Norte, matando a nueve personas e hiriendo a 20, según un responsable sanitario local y activistas.

Un avión no tripulado disparó cuatro misiles contra el hospital durante la noche, destruyendo salas, zonas de espera y otras instalaciones, dijeron el ministro estatal de Sanidad, Ibrahim Khatir, y el Comité de Resistencia de al-Fashir, un grupo prodemocrático que vigila la violencia en la zona.

Las imágenes que compartieron mostraban escombros esparcidos sobre las camas de los hospitales y techos y paredes dañados. La RSF afirma que no ataca a civiles y no pudo ser localizada inmediatamente para que hiciera comentarios.

El ejército sudanés y la RSF llevan más de 18 meses enzarzados en un conflicto que ha desencadenado una profunda crisis humanitaria en la que más de 12 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y las agencias de la ONU han tenido dificultades para hacer llegar la ayuda.

Al-Fashir es uno de los frentes más activos entre la RSF y el ejército sudanés y sus aliados, que luchan por mantener un último punto de apoyo en la región de Darfur. Los observadores temen que una victoria de la RSF allí pueda acarrear represalias étnicas como ocurrió en Darfur Occidental el año pasado.

El cercano campamento de Zamzam, donde según los expertos se está produciendo una hambruna entre una población de más de medio millón de personas, también ha sido objeto del fuego de artillería de la RSF durante las dos últimas semanas, lo que ha obligado a miles de personas a abandonar el campamento.

El ejército ha respondido con ataques aéreos que han tenido como objetivo al-Fashir y los pueblos de los alrededores. Esta semana protagonizó uno de los ataques más mortíferos de la guerra, matando a más de 100 personas en la ciudad de Kabkabiya.

A principios de esta semana, en el Consejo de Seguridad de la ONU, Sudán acusó a los Emiratos Árabes Unidos de llevar a cabo ataques con aviones no tripulados para la RSF desde Amdjarass, en Chad, dirigidos contra al-Fashir y otras ciudades del norte de Sudán, así como de suministrar armamento y entrenamiento.

Los EAU niegan apoyar a la RSF y afirman que sólo realizan vuelos con ayuda humanitaria para los refugiados sudaneses en Chad.

Los hospitales de al-Fashir han sido atacados con frecuencia durante la guerra, dejando al Hospital Saudí como la última instalación importante en funcionamiento de la zona.

Lo mismo ha ocurrido en todas las zonas de guerra del país. En el estado de Jartum, casi la mitad de los hospitales han resultado dañados, lo que dificulta gravemente el acceso a la atención médica, según un informe de esta semana de la Asociación de Médicos Sudaneses Estadounidenses y el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Escuela de Salud Pública de Yale.