Los planes, que según el gobierno son necesarios para frenar las extralimitaciones de los jueces, han suscitado una feroz oposición por parte de grupos como los abogados y han suscitado preocupación entre los líderes empresariales, ampliando las ya profundas divisiones políticas de la sociedad israelí.
"Estoy aquí esta noche protestando contra la transición de Israel de una democracia a una autocracia", dijo a Reuters en Tel Aviv Dov Levenglick, de 48 años, ingeniero de software.
"Es una vergüenza, no debe permanecer".
Netanyahu ha desestimado las protestas como un rechazo de los opositores de izquierda a aceptar los resultados de las elecciones del pasado noviembre, que produjeron uno de los gobiernos más derechistas de la historia de Israel.
Los manifestantes afirman que la democracia israelí se vería socavada si el gobierno consigue sacar adelante los planes, que reforzarían el control político sobre los nombramientos judiciales y limitarían los poderes del Tribunal Supremo para anular las decisiones del gobierno o las leyes de la Knesset.
"Quieren destrozar el sistema judicial de Israel, quieren destrozar la democracia israelí, y nosotros estamos aquí cada semana en cada tiempo... para luchar contra ello y para luchar por la democracia israelí", dijo Hadar Segal, de 35 años, a Reuters en Tel Aviv.
El líder de la oposición, Yair Lapid, se unió a las manifestaciones en la ciudad costera de Haifa, donde dijo que los manifestantes "vinieron a salvar a su país, y nosotros vinimos a protestar con ellos".