Disparos y ataques aéreos israelíes mataron al menos a 35 palestinos en Gaza el miércoles, la mayoría de ellos en un centro de ayuda operado por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, en el centro del enclave costero, según informaron funcionarios locales de salud.

Funcionarios médicos de los hospitales Shifa y Al-Quds declararon que al menos 25 personas murieron por disparos israelíes cuando se acercaban al sitio de ayuda cerca del antiguo asentamiento de Netzarim, y que decenas resultaron heridas.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, un total de 163 personas ya habían muerto y más de 1.000 resultaron heridas intentando llegar a los pocos centros de ayuda gestionados por la fundación desde que comenzó a operar hace dos semanas, tras un bloqueo de tres meses.

Las Naciones Unidas han declarado que el bloqueo llevó al enclave palestino al borde de la hambruna y que el suministro de alimentos sigue siendo críticamente insuficiente.

La fundación afirmó no estar al tanto del incidente, pero aseguró que trabaja estrechamente con las autoridades israelíes para garantizar que se mantengan rutas seguras de acceso y que es esencial que los palestinos sigan cuidadosamente las instrucciones.

"En última instancia, la solución es más ayuda, lo que creará más certeza y menos urgencia entre la población", dijo la fundación por correo electrónico en respuesta a preguntas de Reuters.

"Aún no hay suficiente comida para alimentar a todos los necesitados en Gaza. Nuestro enfoque actual es alimentar al mayor número posible de personas de forma segura, dentro de las limitaciones de un entorno altamente volátil".

La ONU y otras organizaciones humanitarias se han negado a suministrar ayuda a través de la fundación, que utiliza contratistas privados con respaldo militar israelí en lo que consideran una violación de los estándares humanitarios.

Funcionarios de salud de Gaza informaron que otras 10 personas murieron en un ataque aéreo israelí en Jan Yunis, al sur del enclave.

El ejército israelí no realizó comentarios inmediatos sobre los informes.

El martes, cuando funcionarios sanitarios de Gaza informaron que 17 personas murieron cerca de otro centro de ayuda de la Fundación en Rafah, en el sur de Gaza, el ejército declaró que disparó tiros de advertencia para alejar a "sospechosos" que se acercaban a las tropas y representaban una amenaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el martes que había habido "progresos significativos" en los esfuerzos para asegurar la liberación de los rehenes restantes en Gaza, pero que "aún era demasiado pronto" para albergar esperanzas de un acuerdo.

A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Egipto y Catar para restablecer un alto el fuego en Gaza, ni Israel ni Hamás han mostrado disposición a ceder en sus demandas fundamentales, y cada parte culpa a la otra por el fracaso para alcanzar un acuerdo.

Dos fuentes de Hamás dijeron a Reuters que no tenían conocimiento de nuevas ofertas de alto el fuego.

La guerra estalló después de que militantes liderados por Hamás tomaran 251 rehenes y mataran a 1.200 personas, la mayoría civiles, en el ataque del 7 de octubre de 2023, el día más mortífero para Israel.

La campaña militar israelí ha matado desde entonces a casi 55.000 palestinos, la mayoría civiles, según las autoridades sanitarias de Gaza, y ha arrasado gran parte de la densamente poblada franja, hogar de más de dos millones de personas.