Por Nidal al-Mughrabi y Ari Rabinovitch

EL CAIRO/JERUSALÉN (Reuters) - Los tanques israelíes se adentraban el jueves en el corazón de Jabalia, en el norte de Gaza, haciendo frente a los misiles y las bombas de mortero de los militantes allí concentrados, mientras que en el sur, sus fuerzas bombardeaban Ráfah sin avanzar, según manifestaron residentes y militantes palestinos.

La lentitud de la ofensiva israelí, más de siete meses después de que fuera provocada por una mortífera incursión transfronteriza de Hamás, puso de relieve la dificultad de alcanzar el objetivo del primer ministro Benjamin Netanyahu de erradicar al grupo militante.

Los brazos armados de Hamás y su aliado, la Yihad Islámica, han sido capaces de luchar en toda la Franja de Gaza, utilizando túneles fuertemente fortificados para llevar a cabo ataques tanto en el norte -el foco de la invasión inicial de Israel- como en nuevos campos de batalla como Ráfah.

"Estamos desgastando a Hamás", dijo el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, al anunciar el despliegue de más tropas en Ráfah, donde, según dijo, fueron destruidos varios túneles.

Israel afirma que ahora hay cuatro batallones de Hamás en Ráfah junto con los rehenes secuestrados durante el asalto del 7 de octubre, pero se enfrenta a la presión de Estados Unidos, Europa y Naciones Unidas para que no invada la ciudad, donde se refugian cientos de miles de civiles palestinos desplazados.

El número de muertos en Gaza ha aumentado a 35.272, según las autoridades sanitarias del enclave costero dirigido por Hamás, y la malnutrición es generalizada, ya que los esfuerzos de ayuda internacional están bloqueados por la violencia y el cierre de facto por parte de Israel del paso fronterizo de Kerem Shalom y el de Ráfah con Egipto.

Israel afirma que Hamás está desviando la ayuda y que necesita eliminar a la organización para su propia protección, tras la muerte de 1.200 personas el 7 de octubre, y para liberar a los 128 rehenes que aún permanecen retenidos, según sus recuentos.

Estados Unidos ancló el jueves un muelle flotante provisional en una playa de Gaza para impulsar las entregas de ayuda, pero aún no estaba claro cómo se distribuiría, dados los problemas que han acosado a la ONU y a los grupos humanitarios durante meses.

Fuentes egipcias dijeron que El Cairo -que teme un éxodo masivo desde Gaza a Egipto- rechazó una petición israelí para coordinar la reapertura del paso fronterizo de Ráfah, capturado por Israel el 7 de mayo, y mantenerlo fuera del control palestino.

Las conversaciones sobre el alto el fuego y la liberación de rehenes están estancadas en el asunto de cómo poner fin a la guerra. El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, dijo que su grupo, que dirige Gaza desde 2007, debe seguir desempeñando un papel, mientras que el presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, mediador junto con Qatar y Estados Unidos, aseguró que Israel no está haciendo lo suficiente.

MERCADO BAJO ATAQUE

Israel declaró el fin de las operaciones de gran envergadura en el norte de Gaza hace meses, al tiempo que se comprometió a volver para impedir el reagrupamiento de Hamás.

El jueves, cerca de una semana después de su regreso, los tanques israelíes bombardearon intensamente el mercado principal en el corazón de Jabalia, un campo de refugiados con décadas de antigüedad, y varias tiendas se incendiaron, según informaron residentes y medios de comunicación de Hamás.

Anteriormente, el brazo armado de Hamás dijo que sus combatientes en Jabalia habían destruido un transporte de tropas israelí con un cohete antitanque Al-Yassin 105 de fabricación local, causando víctimas. Reuters no pudo verificar la declaración y no hubo comentarios inmediatos de Israel.

"Están bombardeando como locos, destruyendo las casas y el mercado principal del campamento", dijo a Reuters uno de los residentes del campamento a través de una aplicación de chat.

"Parece que están actuando así por las operaciones de resistencia que asaron a sus soldados", añadió, negándose a dar un nombre por temor a represalias.

Los residentes dijeron que los tanques también habían retrocedido hasta cerca de la entrada a la cercana ciudad norteña de Beit Hanoun y que las excavadoras israelíes estaban demoliendo fábricas y propiedades en la zona.

Los equipos médicos palestinos dijeron que tenían conocimiento de informes sobre víctimas en Jabalia, pero que no podían llegar hasta ellas debido a la intensidad de los bombardeos israelíes y a la incursión activa del ejército.

(Escrito por Philippa Fletcher; editado en español por Carlos Serrano)