Israel acusó a militantes de Hamás de matar a cinco palestinos que trabajaban para la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Estados Unidos, en un aparente intento de interrumpir sus operaciones de distribución de alimentos.

La GHF informó en un comunicado que uno de sus autobuses fue emboscado el miércoles por la noche mientras se dirigía a un centro de ayuda cerca de la ciudad sureña de Jan Yunis, transportando a trabajadores locales que colaboraban con un equipo estadounidense para entregar suministros críticos.

«Hamás asesinó a cinco trabajadores humanitarios de la Fundación Humanitaria de Gaza y otros fueron secuestrados», declaró COGAT, la agencia de defensa israelí que coordina asuntos humanitarios con los palestinos.

«La comunidad internacional no puede ignorar los crímenes de Hamás contra los trabajadores humanitarios», añadió el organismo.

Hamás declinó hacer comentarios sobre los tiroteos.

Canales de redes sociales en Gaza afirmaron que Hamás habría atacado el autobús porque supuestamente transportaba personas vinculadas a Yasser Abu Shabab, líder de un influyente clan que ha desafiado la supremacía de Hamás en el enclave y que está siendo armado por Israel.

En otras partes de Gaza, la autoridad sanitaria local informó que al menos 30 palestinos murieron el jueves por disparos y ataques aéreos israelíes, mientras la pequeña franja costera sigue sumida en la violencia y la destrucción.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) aseguraron haber abatido a tres militantes que dispararon un misil antitanque contra soldados israelíes. También informaron sobre la detención de varios miembros de Hamás en Siria durante la noche, acusándolos de planear ataques contra civiles israelíes y fuerzas de las IDF.

Israel lleva más de 20 meses intentando eliminar a Hamás tras los ataques mortales del 7 de octubre de 2023, que desencadenaron la guerra. Todos los esfuerzos para poner fin al conflicto mediante negociaciones han fracasado.

A pesar del ataque al autobús, la GHF afirmó que continuó sus labores de distribución el jueves, repartiendo cajas de alimentos temprano en uno de sus puntos antes de cerrar sus puertas en ese lugar.

CAOS Y TERROR

La GHF ha repartido más de 16 millones de comidas desde que comenzó sus operaciones en Gaza a finales de mayo, implementando un nuevo modelo de distribución de alimentos que, según las Naciones Unidas, no es imparcial ni neutral.

El Ministerio de Salud dirigido por Hamás en Gaza afirma que más de 160 personas han muerto por disparos israelíes cerca de los centros de ayuda, ya que los esfuerzos humanitarios han derivado repetidamente en caos y terror, con habitantes desesperados luchando por los escasos suministros.

«Este modelo no resolverá el hambre creciente. Los distópicos 'Juegos del Hambre' no pueden convertirse en la nueva realidad», escribió Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en X.

«La ONU, incluida @UNRWA, tiene el conocimiento, la experiencia y la confianza de la comunidad para proporcionar asistencia digna y segura. Dejen que los humanitarios hagan su trabajo», agregó.

Israel ha pedido reiteradamente la disolución de UNRWA, acusándola de tener vínculos con Hamás. UNRWA ha negado estas acusaciones.

Además del esfuerzo de distribución de la GHF, Israel también permite la entrada en Gaza de camiones con harina para las pocas panaderías que aún funcionan.

Por primera vez en meses, Israel permitió que camiones humanitarios ingresaran directamente al norte de Gaza durante la noche: 56 camiones con suministros del Programa Mundial de Alimentos de la ONU cruzaron hacia la región, en gran parte devastada.