La vicepresidenta de Supervisión de la Reserva Federal, Michelle Bowman, recientemente ascendida por el presidente Donald Trump como principal supervisora bancaria del banco central, afirmó este lunes que el momento para recortar las tasas de interés parece inminente, ya que está cada vez más preocupada por los riesgos en el mercado laboral y menos inquieta porque los altos aranceles a las importaciones generen un problema inflacionario persistente.

"Es momento de considerar un ajuste en la tasa de política monetaria", declaró Bowman durante un encuentro celebrado en Praga, República Checa.

Bowman señaló que la inflación parece estar en un camino sostenido de regreso al 2% y espera "un impacto mínimo" en la inflación derivado de la política comercial. "Si las presiones inflacionarias se mantienen contenidas, apoyaría una reducción de la tasa de política tan pronto como en nuestra próxima reunión, para acercarla más a su nivel neutral y sostener un mercado laboral saludable", añadió Bowman.

Las declaraciones de la funcionaria sobre la perspectiva de las tasas de interés captaron la atención de los mercados financieros, donde los precios de las acciones repuntaron y los mercados de futuros reforzaron, aunque de forma moderada, las probabilidades de que el banco central recorte tasas cuando el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se reúna a finales de julio.

La semana pasada, el FOMC mantuvo su rango objetivo de tasas de interés de referencia entre 4.25% y 4.5%. Las autoridades se mantuvieron en una postura de esperar y observar ante la considerable incertidumbre económica generada por la política comercial, implementada de manera errática, del presidente Donald Trump. La mayoría de los funcionarios de la Fed temen que el aumento de los aranceles a las importaciones pueda frenar el crecimiento y reactivar unas presiones inflacionarias que venían enfriándose.

Aun con la retirada de Trump de los aranceles más extremos, el nivel general de los impuestos actuales a las importaciones --que actualmente enfrentan un desafío judicial-- es más alto que cualquier cosa vista en Estados Unidos en muchos años.

"Los aumentos de aranceles este año probablemente empujen los precios al alza y pesen sobre la actividad económica", señaló el presidente de la Fed, Jerome Powell, el miércoles tras la reunión del FOMC.

"Los aranceles tardan un tiempo en hacer efecto", puntualizó Powell, agregando que respecto a los aranceles "ya estamos comenzando a ver algunos efectos y esperamos ver más en los próximos meses".

En su discurso, Bowman expresó su apoyo a la decisión de la Fed de mantener la política sin cambios. Sin embargo, también destacó que ve menos nubes de tormenta en el horizonte económico y una mayor claridad en las perspectivas.

La disposición de Bowman a recortar tasas pronto coincide con la del gobernador de la Fed, Christopher Waller, quien en una entrevista televisiva el viernes también dijo que consideraría un recorte en la reunión del 29 y 30 de julio. Waller es ampliamente considerado como uno de los principales candidatos para suceder a Jerome Powell, cuyo mandato concluye el próximo año.

Trump ha presionado reiteradamente a la Fed para que realice recortes de tasas muy significativos, similares a los adoptados en tiempos de crisis, acompañando sus demandas de insultos frecuentes a Powell. Observadores creen que cualquier presidente de la Fed tendría que alinearse con el deseo de Trump de costos de endeudamiento a corto plazo mucho más bajos, aunque hacerlo podría poner en riesgo la credibilidad de la Fed en la lucha contra la inflación.

Un economista de Goldman Sachs señaló en una nota que los próximos meses serán clave para la evolución de las presiones de precios, indicando a sus clientes el lunes que "esperamos que los mayores efectos de los aranceles sobre la inflación mensual se manifiesten entre junio y agosto".

La inclinación de Bowman hacia una postura más acomodaticia representa un cambio para la funcionaria, aunque recientemente ya había señalado que prestaba más atención a los riesgos en el mercado laboral.

Bowman subrayó que el mercado laboral sigue en buena forma, pero le preocupa más lo que pueda deparar el futuro para el sector, y eso influye en su visión actual de la política monetaria. "También debemos reconocer que los riesgos a la baja para nuestro mandato de empleo podrían volverse más relevantes pronto, dado el reciente debilitamiento del gasto y señales de fragilidad en el mercado laboral", indicó Bowman.

La funcionaria de la Fed también se mostró bastante optimista respecto a la inflación, al afirmar que "parece que cualquier presión al alza sobre los precios de los bienes debido a mayores aranceles está siendo compensada por otros factores, y que la tendencia subyacente de la inflación básica (gastos de consumo personal) se está acercando mucho más a nuestro objetivo del 2% de lo que actualmente reflejan los datos".

Bowman también consideró que la combinación de políticas de Trump probablemente tendrá un impacto positivo en las perspectivas. "Una regulación menos restrictiva, impuestos empresariales más bajos y un entorno empresarial más favorable probablemente impulsarán la oferta y compensarán en gran medida cualquier efecto negativo sobre la actividad económica y los precios", concluyó Bowman.