La fuerte oferta de deuda pública ha presionado los precios de los activos británicos, mientras que la preocupación por la inflación ha hecho subir los rendimientos de los bonos a ambos lados del Atlántico.
Los inversores vigilarán de cerca las lecturas de la inflación en Estados Unidos, que podrían proporcionar más pistas sobre el grado de obstinación de las presiones sobre los precios en Estados Unidos. El martes se publicarán las cifras de los precios a la producción y el miércoles las de los precios al consumo.
El dólar rondó su nivel más alto en más de dos años, ya que los operadores redujeron las apuestas a un recorte de tipos en Estados Unidos en 2025 tras los sólidos datos económicos.
La divisa británica cayó un 0,2% hasta 1,2175 dólares. El lunes alcanzó los 1,2097 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2023.
Los rendimientos de los gilts a 10 años cayeron un punto básico, hasta el 4,88%, tras dispararse la semana pasada en medio de las preocupaciones por los planes del gobierno de vender más deuda y las presiones inflacionistas en Estados Unidos.
Las cifras de los precios al consumo en el Reino Unido, que se publicarán el miércoles, también estarán en el punto de mira. Los analistas sostienen que una inflación pegajosa podría llevar a los inversores a descontar los recortes de tipos del Banco de Inglaterra (BoE), en un movimiento que podría suponer más problemas para el mercado británico.
Los rendimientos más altos suelen reflejar una economía fuerte y atraen las entradas de capital, fortaleciendo la divisa. En este caso, podrían obligar al gobierno a recortar el gasto fiscal para cumplir sus normas fiscales, lo que podría lastrar el crecimiento futuro.
El ministerio de finanzas británico dijo la semana pasada que mantendría "un control férreo" sobre las finanzas públicas en respuesta a una venta de dos días en los mercados de deuda.
"Pero la economía británica es débil, la inflación persistente mantiene la política monetaria excesivamente restrictiva, mientras que los rendimientos más altos reducen el espacio de la política fiscal del gobierno", dijo Paul Mackel, jefe global de investigación de divisas de HSBC, argumentando que estos temas seguirán arremolinándose y dejando a la libra expuesta.
La moneda única subió un 0,4% hasta los 84,26 peniques, su nivel más alto desde el 1 de noviembre.
Los analistas señalaron que las restricciones presupuestarias del Reino Unido incluyen una regla de estabilidad, según la cual el gasto diario debe corresponderse con los ingresos, y una regla de inversión según la cual los pasivos financieros netos del sector público disminuirán como proporción del producto interior bruto (PIB).
Los inversores seguirán de cerca el resultado de una subasta de 4.000 millones de libras de gilts a 10 años que se celebrará el miércoles para calibrar la demanda de los inversores.