El BCE recortó los tipos de interés por tercera vez consecutiva el mes pasado y afirmó que se avecinaba una mayor relajación dada la ralentización de la inflación, aunque el calendario y el ritmo de los recortes de los tipos seguían siendo objeto de debate.
"Este enfoque prudente seguía estando justificado a la vista de las incertidumbres reinantes", dijo el BCE en las cuentas. "No obstante, si se confirmaban las previsiones de base para la inflación en los próximos meses y trimestres, se consideraba apropiado un descenso gradual de la restrictividad de la política".
Ahora que la economía apenas crece, la atención del BCE se ha desplazado del crecimiento excesivo de los precios a una actividad anémica, y un número creciente de responsables políticos aboga ahora por que los tipos bajen al menos hasta un nivel que deje de frenar el crecimiento económico.
El banco se reunirá de nuevo el 30 de enero y los inversores han descontado totalmente otro recorte de 25 puntos básicos en su tipo de depósito del 3,00%.
Se prevé que el tipo de referencia siga bajando a finales de año hasta situarse en 2025 en el 2%, en torno al extremo inferior de la horquilla estimada para el tipo neutral, que ni frena ni estimula el crecimiento.