La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo el miércoles que Estados Unidos "reaccionará con firmeza" cuando los países intenten manipular sus divisas para obtener ventajas competitivas, pero por el momento no existe tal intervención en el mercado.

Yellen dijo en una entrevista en directo en Bloomberg Television que no ve ninguna amenaza para el estatus de moneda de reserva del dólar, ya que ninguna otra divisa puede rivalizar con su uso global en los mercados financieros, el comercio y otras transacciones.

Preguntada sobre la posibilidad de que la administración Trump intente debilitar el valor del dólar mediante una nueva versión del Acuerdo Plaza de 1985, Yellen dijo que la administración Biden cree que lo mejor es que los mercados determinen el valor del dólar.

"No aprobamos que los países intenten manipular sus propias monedas para tratar de obtener una ventaja competitiva y estamos muy atentos y reaccionamos con firmeza cuando vemos que los países manipulan sus monedas para tratar de conservar una ventaja".

¿UN YUAN MÁS DÉBIL?

Los comentarios de Yellen no se referían a ningún país en particular. Pero se produjeron poco después de que Reuters informara en exclusiva de que las autoridades chinas están considerando permitir que el yuan se debilite en 2025 para contrarrestar aranceles potencialmente más altos después de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo. Trump ha prometido imponer aranceles de al menos el 60% a todas las importaciones procedentes de China.

El último informe semestral sobre divisas del Tesoro no encontró manipulación alguna por parte de los principales socios comerciales, pero mantuvo a China en una lista de vigilancia debido a su gran superávit comercial con Estados Unidos y a la falta de transparencia en torno a sus prácticas cambiarias. Entre ellas se incluía un ligero descenso de la balanza por cuenta corriente global de China a pesar del mayor volumen de exportaciones, lo que indica unos precios de exportación más bajos.

En el punto álgido de la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante el primer mandato de Trump, en agosto de 2019, Trump ordenó al entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que calificara a China de manipulador de divisas.

Pero la medida fue vista en gran medida como una táctica de negociación, ya que el Departamento del Tesoro retiró la designación en enero de 2020 cuando los funcionarios chinos llegaron a Washington para firmar un acuerdo comercial con Trump.

El elegido de Trump para secretario del Tesoro, el gestor de fondos de cobertura Scott Bessent, si es confirmado por el Senado estadounidense, supervisaría el próximo informe sobre divisas en abril de 2025.

Yellen, que pasó dos años tratando de reconstruir las desgastadas relaciones económicas de EE.UU. con Pekín, dijo que era fundamental que EE.UU. mantuviera una comunicación continua con los funcionarios chinos a todos los niveles, para fomentar los debates sobre los desacuerdos políticos y las áreas de interés común, como el clima, las pandemias y la estabilidad financiera.

"Es fundamental tener canales de comunicación abiertos. Ayuda a evitar malentendidos", dijo Yellen. "Hemos utilizado estos canales cuando hemos tomado medidas como los controles a la exportación, o nuestras recientes restricciones a la inversión exterior, para explicar lo que intentamos conseguir, para evitar malentendidos que pueden empeorar la relación innecesariamente".