El gobierno de Libia, reconocido internacionalmente, condenó el domingo los intentos de suspender las operaciones en el yacimiento petrolífero de Sharara, calificándolos de "chantaje político".

En un comunicado, el gobierno afirmó que no escatimaría esfuerzos para defender los intereses del pueblo libio después de que manifestantes locales cerraran parcialmente el yacimiento el sábado.

El yacimiento de Sharara, una de las mayores zonas de producción de Libia con una capacidad de unos 300.000 barriles diarios, ha sido un objetivo frecuente de los manifestantes locales por diversos motivos políticos.