El servicio de seguridad ucraniano SBU y la policía hicieron una redada en el complejo de Pechersk Lavra de Kyiv -o Monasterio de las Cuevas de Kyiv-, de 1.000 años de antigüedad, a primera hora del martes, como parte de las operaciones para contrarrestar las presuntas "actividades subversivas de los servicios especiales rusos", dijo el SBU.

El lugar es un tesoro cultural ucraniano y la sede del ala de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana que depende del Patriarcado de Moscú, respaldada por Rusia.

Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, diciendo que era necesaria una "operación especial" para desmilitarizar el país. Ucrania y Occidente lo han rechazado como un pretexto sin fundamento para una guerra de conquista que ha matado a miles de personas, ha desplazado a millones y ha convertido ciudades en escombros.

El miércoles, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, dijo que no había ninguna justificación para la incursión y comparó al "régimen de Kiev" con Baco, el dios romano del vino cuyo nombre se asocia a menudo en ruso con el caos inmoral, el jolgorio.

"Esto es una especie de bacanal total sin Dios. No hay ninguna justificación ni explicación para esto. Y no puede haberla", dijo Zakharova en la radio Sputnik.

"Esta es otra parte de las acciones absolutamente inmorales y salvajes del régimen de Kiev".

La Iglesia Ortodoxa rusa dijo el martes que el registro era un "acto de intimidación".