El Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo crediticio de la Unión Europea, declaró que ya había desembolsado 1.700 millones de euros y que disponía de otros 540 millones para proyectos en curso. Los fondos se han destinado a la construcción de escuelas, carreteras y hospitales, entre otros.

"Nos encantaría continuar con lo que hemos estado haciendo e incluso hacer más. Y los proyectos están al alcance de la mano", declaró en rueda de prensa el jefe del BEI, Werner Hoyer, quien añadió que iba a solicitar a los gobiernos de la UE las garantías necesarias para financiar más gastos en Ucrania este año.

Dijo que se necesitaría mucho más para reconstruir el país tras la guerra, una tarea que el Banco Mundial estimó el pasado septiembre en 350.000 millones de dólares.

Esa cifra ha aumentado desde entonces a medida que la invasión rusa convertía en escombros las ciudades ucranianas y las infraestructuras civiles clave, incluidas las carreteras y las líneas de suministro energético.

"Ese esfuerzo tiene que empezar hoy, no podemos esperar a que un día se seque la tinta de un tratado de paz", dijo Hoyer, añadiendo que apoyar ahora el tejido social y económico de Ucrania ayudaría al propio país a generar ingresos para la reconstrucción.

La UE también está debatiendo con sus socios mundiales el posible uso de los activos rusos congelados en virtud de las sanciones para reconstruir Ucrania, aunque persisten las dudas legales. Entre ellos se encuentran unos 300.000 millones de dólares en activos del banco central ruso.

(1 dólar = 0,9094 euros)