El ex primer ministro de Bulgaria, Boiko Borissov, dijo el martes que su partido de centro-derecha GERB buscaría conversaciones con sus rivales políticos para intentar formar un gobierno tras una victoria electoral que no ofrecía un camino claro hacia una coalición.

El GERB ganó las elecciones del 2 de octubre con el 25,3% de los votos, pero se enfrenta a un parlamento dividido, lo que aumenta el riesgo de que se celebren otras elecciones anticipadas mientras el país del Mar Negro intenta contener el impacto de la crisis energética europea y la creciente inflación en medio de la guerra en Ucrania.

Sus principales rivales -los partidos reformistas y contrarios a la corrupción Seguimos con el Cambio y Bulgaria Democrática, así como los socialistas- han descartado todas las conversaciones de coalición con el GERB, al que culpan de haber permitido que la corrupción se enconara durante su gobierno de una década que terminó en 2021.

Reconociendo el reto, Borissov, de 63 años, dijo que estaría dispuesto a no ser primer ministro o incluso ministro si eso era lo que se necesitaba para tener una coalición que funcionara.

Un nuevo sondeo repentino -después de cuatro ya en los últimos dos años- no produciría resultados diferentes, dijo Borissov, que fue primer ministro durante más de una década antes de perder unas elecciones el año pasado tras las masivas protestas contra la corrupción.

"Insto a todo el mundo a que reflexione y trate de ver cómo quedarán las cosas después de dos o tres meses. Estoy dispuesto a todo tipo de compromisos y concesiones en nombre del pueblo", dijo Borissov en su primer comentario público tras las elecciones del domingo.

Siete partidos estarán representados en el nuevo parlamento, siendo el partido Seguimos con el Cambio, del ex primer ministro Kiril Petkov, el segundo más grande después del GERB, con un 20,2%.

Los analistas siguen siendo escépticos sobre las posibilidades de Borissov de formar un gobierno de coalición.

"El GERB sigue aislado políticamente. Las perspectivas de un gobierno de este tipo no son grandes. Y después de que sus rivales lo rechazaran, las primeras encuestas parecen mucho más probables", dijo Dobromir Zhivkov, analista político de la encuestadora independiente Market Links.

Borissov dijo que creía que los partidos podrían encontrar un terreno común sobre la guerra en Ucrania.

Bulgaria, miembro de la OTAN y de la Unión Europea, ha mantenido históricamente estrechos lazos con Moscú, pero éstos se han ido deteriorando, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. Se convirtió en el primer miembro de la UE, junto con Polonia, un halcón con respecto a Rusia, en ver cortados sus suministros de gas por la empresa rusa Gazprom. (Reportaje de Tsvetelia Tsolova; Redacción de Jason Hovet; Edición de Bernadette Baum y Gareth Jones)