Los sospechosos, uno de los cuales tiene la nacionalidad de un país sudamericano, operaban con identidades falsas desde una oficina alquilada en el barrio de Bezigrad de la capital, Liubliana, según el informe.

Según el mismo, los dos sospechosos han sido acusados de espionaje para el servicio de inteligencia militar ruso GRU y de utilizar documentos falsos. Si son declarados culpables, podrían ser encarcelados hasta ocho años.

La Agencia de Inteligencia eslovena dijo que la información recopilada era "clasificada y, por lo tanto, la Agencia no la hace pública ni hace comentarios al respecto".

"La Agencia informa regularmente a los principales órganos del sistema de seguridad nacional sobre las actividades de inteligencia llevadas a cabo por entidades extranjeras y coopera... estrechamente con las autoridades de seguridad eslovenas, así como con las autoridades y servicios de la UE y de la OTAN", dijo en una respuesta enviada por correo electrónico a Reuters.