Sin embargo, el Kremlin no ha definido completamente los objetivos de su campaña militar, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, pareció fijar un límite al territorio ucraniano que Rusia pretendía ahora incorporar como propio.

Moscú proclamó que se había anexionado cuatro provincias de Ucrania -Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson- tras celebrar en septiembre unos supuestos referendos que fueron rechazados como falsos e ilegales por Kiev, Occidente y una mayoría de países en las Naciones Unidas.

Ninguna de las provincias estaba totalmente bajo control ruso, y Moscú no dejó claro qué parte de ellas se estaba anexionando.

Preguntado el jueves sobre si Rusia planeaba incorporar más territorios además de las cuatro regiones, Peskov dijo:

"No hay ninguna cuestión al respecto. Al menos, no ha habido declaraciones al respecto. Sin embargo, hay mucho trabajo por delante para liberar los territorios; en varias regiones nuevas de la Federación Rusa hay territorios ocupados que hay que liberar.

"Me refiero a parte de la República de Donetsk, así como a lo que pasó a formar parte de la Federación Rusa y luego fue reocupado por las tropas ucranianas".

Ucrania ha expulsado a las fuerzas rusas de una pequeña zona de la provincia de Luhansk, y el mes pasado el ejército ruso abandonó todas las partes de la provincia de Kherson que había controlado en la orilla occidental del río Dnipro, incluida la capital provincial, la ciudad de Kherson.