El SBU dijo que la red había estado dirigida por funcionarios del Departamento de Migración de la policía nacional, normalmente responsable de salvaguardar los intereses de las personas desplazadas.

Mostró imágenes de agentes uniformados asaltando un edificio y reteniendo a varios hombres en una habitación, así como grandes sumas de dinero en efectivo y fotografías de mujeres jóvenes sentadas en sofás en un apartamento.

"Estos altos funcionarios supervisaban un amplio plan de 'protección' de la prostitución en Kiev y en otras regiones", afirmaba el comunicado del SBU. La operación generaba unos ingresos mensuales equivalentes a más de 1,3 millones de dólares, afirmaba.

El esquema se cebaba en mujeres de entre 18 y 30 años "en un estado emocional vulnerable", enviando a las víctimas a clientes dentro de Ucrania y en el extranjero y cobrando entre 20 y 270 dólares por los servicios.

En un discurso nocturno por vídeo, el presidente Volodymyr Zelenskiy agradeció a los servicios de seguridad su "rápida reacción ante estos vergonzosos acontecimientos".

La invasión rusa provocó que más de 7 millones de personas abandonaran Ucrania, según cifras de la ONU, aunque casi la mitad regresó posteriormente a su país.