El gobierno de Biden está trabajando estrechamente con los países aliados sobre las sanciones a un proyecto ruso de gas natural licuado en el Ártico, a medida que se acerca la fecha límite de enero para una reducción de las transacciones con la planta, dijo el miércoles un portavoz del Departamento de Estado.

Estados Unidos impuso sanciones la semana pasada al proyecto Arctic LNG-2 en Rusia como parte de las amplias medidas para castigar a Moscú por la guerra en Ucrania. La Oficina de Control de Activos Extranjeros, dependiente del Departamento del Tesoro, también emitió una licencia general que autoriza la liquidación de las transacciones relacionadas con Arctic LNG-2, hasta el 31 de enero de 2024.

Novatek, el mayor productor ruso de GNL, tiene una participación del 60%, y planea iniciar la producción a finales de este año.

Arctic LNG-2 sería el tercer proyecto ruso de GNL a gran escala y está diseñado para ayudar a Rusia a alcanzar el objetivo de hacerse con el 20% del mercado mundial de GNL para 2035, frente al 8% actual.

Las sanciones pretenden evitar un aumento de los precios del GNL, según el portavoz del Departamento de Estado.

"No tenemos un interés estratégico en reducir el suministro mundial de energía, lo que elevaría los precios de la energía en todo el mundo y acolcharía los beneficios de Putin", dijo el portavoz del Departamento de Estado, refiriéndose al presidente ruso Vladimir Putin.

Estados Unidos fue el mayor exportador mundial de GNL en los seis primeros meses de este año, según la Administración de Información Energética.

"A través de todas nuestras designaciones de sanciones mantenemos una estrecha coordinación con nuestros socios en materia de sanciones, y seguiremos haciéndolo", añadió la portavoz.

En 2021, el Departamento del Tesoro publicó una revisión de las sanciones en la que afirmaba que, siempre que fuera posible, Estados Unidos se coordinaría con sus aliados y colaboraría con la industria y otras partes interesadas a la hora de elaborar las sanciones.

Las sanciones y la liquidación han llamado la atención de la francesa TotalEnergies y de Japan Arctic LNG, un consorcio de Mitsui & Co y JOGMEC. Cada uno de ellos posee una participación del 10% en el proyecto y recelan del impacto de las medidas.

No estaba claro si las empresas francesa y japonesa necesitan licencias adicionales o exenciones del gobierno estadounidense para seguir con el proyecto.

El ministro de Industria japonés, Yasutoshi Nishimura, declaró el martes que sería inevitable que se produjera algún impacto en los negocios de GNL de su país. Japón trabajará con los países del G7 para garantizar un suministro energético estable a Japón, afirmó.

TotalEnergies dijo la semana pasada que estaba evaluando el impacto de las sanciones en el proyecto, en el que tiene una participación total del 21,5% a través de su participación en Novatek. (Reportaje de Timothy Gardner, edición de Deepa Babington)