El productor de petróleo ruso Gazpromneft se encogió de hombros el viernes ante el impacto de las nuevas e importantes sanciones de Estados Unidos, mientras que la compañía de seguros Ingosstrakh dijo que crearían un vacío en el mercado que beneficiaría a los competidores de menor reputación.

La administración saliente del presidente Joe Biden impuso el viernes su paquete de sanciones más amplio hasta la fecha, dirigido contra los ingresos de Rusia por petróleo y gas, en un intento de dar a Kiev y a la administración entrante de Donald Trump una palanca para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. Un funcionario estadounidense dijo que las medidas deberían costar a Rusia miles de millones de dólares al mes.

Gazpromneft, también afectada por las sanciones británicas, afirmó que seguiría operando y manteniendo su capacidad de negocio a pesar de las medidas, que calificó de "injustificadas, ilegítimas y contrarias a los principios de la libre competencia".

"Gazpromneft se ha estado preparando sistemáticamente para diversos escenarios de sanciones negativas durante los últimos dos años. Además, la empresa ya ha estado sometida a sanciones unilaterales extranjeras desde 2022, por lo que muchas de estas restricciones ya se han tenido en cuenta en los procesos operativos", declaró la empresa en un comunicado.

Ingosstrakh, una compañía de seguros rusa que también se vio afectada por la medida estadounidense, afirmó que estaba operando con normalidad y cumpliendo todas sus obligaciones con los clientes.

"Llegando en los últimos días de la administración estadounidense saliente, esta decisión socava la seguridad marítima, las protecciones medioambientales y la estabilidad del transporte marítimo mundial al apuntar a una aseguradora reputada y bien capitalizada", declaró.

"Retirar a Ingosstrakh del mercado crea un vacío que inevitablemente llenarán aseguradoras de poca monta que carecen de la capacidad o la intención de garantizar el cumplimiento o pagar las reclamaciones".

Ingosstrakh afirmó que esto aumentaba drásticamente el riesgo de catástrofes medioambientales como los vertidos de petróleo, al tiempo que trasladaba la carga financiera a los contribuyentes cuando los barcos no asegurados o infraasegurados incumplían sus obligaciones.

El economista ruso Yevgeny Kogan afirmó que las sanciones podrían obligar a Gazpromneft a recortar sus planes de producción y afectar a sus pagos de dividendos.

Dijo que también golpearían el potencial de exportación de la importante petrolera Surgutneftegaz, la otra empresa principal en el punto de mira.

La medida estadounidense era esperada por Moscú. Horas antes de que se anunciara, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas: "Somos conscientes de que la administración (Biden) intentará sin duda dejar el legado más gravoso en términos de relaciones bilaterales al entrante Trump y a sus asociados. Pues bien, en consonancia con estos esfuerzos, es muy posible que se introduzca otra tanda de sanciones".

El presidente Vladimir Putin se ha jactado a menudo de la resistencia de Rusia a las sanciones impuestas en su contra por la guerra de Ucrania, afirmando que han supuesto un bumerán para las economías occidentales que las aplicaron.