La nueva empresa, SOROMA-SA, será propiedad en un 62 % del Estado maliense, y el resto estará en manos de Yadran, según ha declarado el ministro de Economía y Finanzas, Alousseni Sanou.
La refinería, que se construirá en un terreno de cinco hectáreas cerca del aeropuerto de Bamako, procesará 200 toneladas métricas al año, casi cuatro veces la producción actual de Malí, que es de aproximadamente 50 toneladas, según Sanou.
El Consejo Nacional de Transición de Malí aprobó el jueves la participación accionarial, según Sanou, quien añadió que la empresa ayudará a los mineros a cumplir con el código revisado.
Malí, el segundo mayor productor de oro de África, ha adoptado un código minero revisado que aumenta la participación del Estado en las empresas mineras, eleva los derechos de explotación del oro y exige el procesamiento nacional del oro, siguiendo políticas similares a las de Burkina Faso, Níger y Guinea, que han inquietado a los inversores occidentales, que ahora se inclinan hacia Rusia y China.
Las dos refinerías de oro de Malí carecen de certificaciones, como la de la London Bullion Market Association (LBMA), lo que obliga a los mineros a procesar el oro en el extranjero, según el Ministerio de Minas. Un alto funcionario del Ministerio de Minas, que pidió no ser identificado, dijo que Yadran ayudaría a obtener la certificación, un obstáculo clave que ha impedido a las refinerías existentes en el país acceder a los mercados mundiales.
El líder militar de Malí, Assimi Goita, encargará la construcción de la refinería a finales de junio, según el portavoz del Ministerio de Minas. (Información de Tiemoko Diallo, edición de Maxwell Akalaare Adombila, Ayen Deng Bior y Toby Chopra)
