Afganistán se convirtió el año pasado en el mayor importador de harina rusa al duplicar sus compras, según informó a última hora del viernes la agencia estatal rusa de exportaciones agrícolas, Agroexport.

Afganistán importa harina ya que no tiene suficiente capacidad de producción para satisfacer plenamente la demanda interna.

El aumento de las importaciones se produjo cuando Rusia trataba de fomentar los lazos con los gobernantes talibanes de Afganistán.

El mes pasado, Moscú dio un paso más hacia el reconocimiento del gobierno talibán, ya que el parlamento ruso votó a favor de una ley que permitiría retirar al movimiento de una lista de organizaciones terroristas prohibidas.

Agroexport, citando estimaciones preliminares, dijo que Afganistán compró harina rusa por valor de casi 80 millones de dólares el año pasado, el doble que en 2023.

Las exportaciones totales de trigo y harina de centeno de Rusia alcanzaron los 300 millones de dólares el año pasado, un 3% más en valor y un 7% más en volumen, según el organismo de control.

China y Turkmenistán también se encontraban entre los tres principales compradores de harina rusa, según el organismo.