"Yo, como presidente, juro por mi honor e integridad ante la gran nación turca y la historia salvaguardar la existencia y la independencia del Estado", dijo Erdogan durante una ceremonia en el Parlamento de Ankara, que fue retransmitida en directo.

Erdogan recibió su mandato del presidente interino del parlamento antes de prestar juramento.

Erdogan, el líder más longevo de Turquía, obtuvo el 52,2% de los apoyos en la segunda vuelta electoral del 28 de mayo. Su victoria electoral desafió a la mayoría de los sondeos de opinión y se produjo a pesar de una crisis del coste de la vida que se consideraba que había perjudicado sus perspectivas.

Su nuevo mandato de cinco años permite a Erdogan proseguir con las políticas cada vez más autoritarias que han polarizado al país, miembro de la OTAN, pero reforzado su posición como potencia militar regional.

Tras prestar juramento en el Parlamento, se celebrará una ceremonia en el palacio presidencial a la que asistirán altos cargos de 78 países y organizaciones internacionales, entre ellos el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, según la agencia estatal Anadolu.

Erdogan nombrará a su gabinete más tarde el sábado, y se espera que señale un cambio en su enfoque poco ortodoxo de la política económica.

Es probable que Erdogan incluya al ex jefe de economía Mehmet Simsek, según informó Reuters a principios de esta semana, lo que indicaría un posible retorno a una mayor ortodoxia económica, incluyendo eventuales subidas de los tipos de interés.

Simsek era muy apreciado por los inversores cuando fue ministro de Finanzas y viceprimer ministro entre 2009 y 2018. Un papel clave para él ahora podría marcar un alejamiento de años de aferrarse a tipos de interés bajos a pesar de la alta inflación, y un fuerte control estatal de los mercados.

Erdogan, de 69 años, se convirtió en primer ministro en 2003 después de que su Partido AK ganara unas elecciones a finales de 2002 tras la peor crisis económica de Turquía desde la década de 1970.

En 2014, se convirtió en el primer presidente del país elegido popularmente y fue elegido de nuevo en 2018 tras conseguir nuevos poderes ejecutivos para la presidencia en un referéndum celebrado en 2017.

Las elecciones presidenciales del 14 de mayo y la segunda vuelta del 28 de mayo fueron cruciales dado que la oposición confiaba en derrocar a Erdogan y revertir muchas de sus políticas, incluida la propuesta de fuertes subidas de los tipos de interés para contrarrestar la inflación, que en abril se situaba en el 44%.

En su discurso de victoria tras las elecciones, Erdogan dijo que la inflación, que alcanzó el año pasado un máximo de 24 años del 85% antes de remitir, era el problema más urgente de Turquía.

Los analistas han advertido de que, si continúan las políticas actuales, la economía se encamina hacia la agitación, dadas las reservas de divisas agotadas, un plan de depósitos protegidos respaldados por el Estado en expansión y unas expectativas de inflación descontroladas.

La lira ha sufrido una serie de desplomes en los últimos años y alcanzó nuevos mínimos históricos en los días posteriores a la votación.