En cuanto a las valoraciones, el mercado vuelve a ser atractivo. Muchas capitalizaciones bursátiles se sitúan actualmente en niveles cercanos, o incluso inferiores, al efectivo neto que poseen las empresas. Estos descuentos despiertan el interés de los grandes laboratorios farmacéuticos, siempre al acecho de objetivos estratégicos. Así, en las últimas semanas se han registrado varias operaciones importantes: la adquisición de Vigil Neurosciences, dedicada a las enfermedades neurodegenerativas, y de Blueprint, dedicada al tratamiento de la mastocitosis sistémica —una enfermedad rara y huérfana— por parte de Sanofi por 470 millones y 9.100 millones USD, respectivamente. Merck KGaA adquirió Springworks, una empresa especializada en el tratamiento del cáncer y los tumores raros, el pasado mes de abril por 3900 millones USD, mientras que Merck & Co debería hacerse con Moonlake por 3.000 millones USD, según informaciones del Financial Times. Por último, en Suiza, Novartis se ha hecho con Regulus, que trata una causa genética de insuficiencia renal.

Cambio de paradigma en el enfoque de los grandes laboratorios

En los últimos años, los grandes laboratorios farmacéuticos han transformado su enfoque de la innovación. La investigación interna sigue siendo un pilar fundamental, pero las adquisiciones selectivas de empresas biotecnológicas se han convertido en una palanca indispensable para reforzar las carteras de moléculas y mantenerse en un entorno cada vez más competitivo.

Se observa una creciente fragmentación de la investigación: hay alrededor de 21.000 medicamentos en desarrollo en todo el mundo, de los cuales el 85% son desarrollados por pequeñas empresas biotecnológicas, a menudo muy especializadas. El número de estas últimas se ha disparado (+85% en 15 años), al igual que el valor del mercado (+80%). 

Como consecuencia, el número de adquisiciones se ha duplicado entre 2013 y 2023. El año pasado se registró un ligero descenso en valor (92.000 millones USD), pero el volumen de operaciones siguió creciendo: 95 operaciones frente a las 81 de 2023. Otra evolución notable es que las adquisiciones se realizan cada vez más en las primeras fases del ciclo de desarrollo. Las transacciones en fase 1 representaron el 30% de las operaciones del año pasado, casi el doble de la tendencia anterior. Esto significa que los laboratorios asumen más riesgos, pero también que se hacen cargo cada vez más de desarrollos ya avanzados.

ETF sobre biotecnología

En Estados Unidos, existen dos ETF principales posicionados en esta temática: iShares Biotechnology ETF (5.800 millones USD en activos) y SPDR S&P Biotech ETF (5.000 millones USD).

El primero invierte en 127 empresas y tiene una distribución relativamente amplia. Invierte en Alnylam Pharmaceuticals (3% de los activos), Insmed (3%), Exact Sciences (3%), Blueprint (2,9%, la empresa adquirida por Sanofi), Neurocrine Biosciences (2,8%), Natera (2,8%), Incyte (2,5%), Biogen (2,4%), Gilead Sciences (2,4%) y Amgen (2,3%).

El segundo cuenta con 261 posiciones, pero está mucho más concentrado, pues casi la mitad del patrimonio está representado por las diez principales ponderaciones: Amgen (8,6%), Vertex Pharmaceuticals (8,6%), Gilead Sciences (8,4%), Regeneron (7,4%), Alnylam (3,7%), Iqvia (3,4%), Argenx (2,8%), Mettler Toledo (2,7%), Waters (2,4%) y Biogen (2,2%).

Estos dos ETF no están disponibles para su comercialización en Europa, pero son bastante representativos de la situación del mercado. Se han recuperado bien en las últimas semanas, como se puede ver arriba. El movimiento podría continuar si efectivamente nos encaminamos hacia una política monetaria menos restrictiva en los próximos meses.

En Europa, puedes encontrar el iShares Nasdaq US Biotechnology UCITS (ISIN: IE00BYXG2H39), que incluye 263 empresas, entre las que se encuentran muchas de las que figuran en los ETF mencionados anteriormente. Los demás (Global X Genomics & Biotechnology UCITS, First Trust NYSE Arca Biotechnology UCITS ETF Acc...) tienen un volumen en circulación muy reducido.