Los mercados europeos han proseguido su proceso de recuperación iniciado el pasado mes de octubre, gracias al ligero descenso de la inflación y a las esperanzas de una ralentización del endurecimiento monetario. De hecho, los banqueros centrales han reconocido la desaceleración de las presiones inflacionistas y están adoptando gradualmente una retórica más acomodaticia, allanando el camino para una posible pausa en los próximos meses, si los datos macroeconómicos confirman este escenario. 
 
La economía también parece ir mejor de lo esperado, lo que aboga por un aterrizaje suave, y los informes empresariales suelen estar por encima del consenso. 
 
Desde el 1 de enero, el IBEX35 ha ganado más de un 11,10% y algunos de sus componentes han experimentado subidas espectaculares. IAG ganó casi un 39,13%, Melia Hotels un 37,61%, Banco de Sabadell un 29,03%, Amadeus It un 27,17%, Grifols un 26,69%, Banco Santander un 24,84%, Fluidra y BBVA un 23,62 y un 22,60% respectivamente. Sólo algunos valores se quedan rezagados, como Pharma Mar (-4,73%), Repsol (-2,90%) e Iberdrola (-1,78%). 
 
Por tanto, la atención debe centrarse en los resultados de las empresas en el cuarto trimestre. Al otro lado del Atlántico, el 50% de las empresas del S&P500 han comunicado beneficios y el 70% de ellas los han obtenido por encima de las estimaciones (+0,6%). Los analistas prevén un descenso de los beneficios del 5,3% en el cuarto trimestre (seguido de un -4,2% y un -2,9% en el primer y segundo trimestre de 2023). Por tanto, las perspectivas se siguen de cerca. 
 
Gráficamente, el IBEX35 sigue una dinámica positiva en las diferentes escalas temporales. En datos diarios, la tendencia seguirá siendo alcista mientras los precios se mantengan por encima de los 89.400 puntos, zona de convergencia con la media móvil de 20 días. Por encima de este nivel, el índice podría verse tentado a volver a sus registros históricos.