El peso mexicano se debilitó casi un 23% este año para cerrar el último día de cotización en 20,82 pesos por dólar estadounidense el martes, la mayor caída de la divisa frente al billete verde desde la crisis financiera mundial de 2008.

El volátil año del peso comenzó con meses de ganancias constantes hasta los días posteriores a las elecciones generales de junio, que llevaron a la coalición de izquierdas liderada por el partido gobernante Morena a una rotunda victoria en la carrera presidencial, así como a amplias mayorías en el Congreso.

En vísperas de las elecciones, la moneda mexicana cotizó en abril a unos 16,26 pesos por dólar, alcanzando un máximo de nueve años.

La victoria electoral de Morena allanó el camino para la aprobación de reformas constitucionales en septiembre, incluida una importante revisión del poder judicial que, según los críticos, socavará la independencia de los tribunales en la segunda mayor economía de América Latina.

La elección del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, en noviembre, agravó la oscilante trayectoria del peso, en medio de sus nuevas amenazas arancelarias contra México, que envía alrededor del 80% de sus exportaciones a su vecino del norte.

El principal índice bursátil de México también ha perdido valor durante el año, cayendo casi un 14% para cerrar el martes en 49.513 puntos, su caída más pronunciada desde 2018.