BRASILIA, 7 dic (Reuters) - El Banco Central de Brasil dejó sin cambios el miércoles las tasas de interés en 13,75% por tercera vez consecutiva, lo que destaca la incertidumbre fiscal derivada de un previsto aumento del gasto con el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.

La decisión del comité que fija la política monetaria de la entidad, el Copom, fue la primera desde la victoria electoral de Lula el 30 de octubre.

Aunque se esperaba ampliamente que el banco mantuviera las tasas estables, su advertencia sobre los planes de gasto de Lula y su posible impacto en la inflación se suma a un creciente coro de preocupaciones de los inversores que han vendido activos brasileños.

"El comité seguirá de cerca la evolución futura de la política fiscal y, en particular, sus efectos sobre los precios de los activos y las expectativas de inflación, con impactos potenciales sobre la dinámica de la inflación futura", dijo el banco central en su comunicado, destacando que la incertidumbre fiscal había "aumentado".

Después de 12 alzas consecutivas que elevaron la tasa de interés de referencia de Brasil a un máximo de casi seis años desde un mínimo histórico de 2% en marzo de 2021, el banco central detuvo su ciclo de ajuste en septiembre en medio de señales de que la inflación estaba comenzando a calmarse.

Desde entonces, la atención se centró en cuándo se podría comenzar a flexibilizar la política monetaria en la economía más grande de América Latina.

Sin embargo, tras la victoria de Lula y su propuesta multimillonaria para aumentar el gasto social, las apuestas por los recortes de tasas se volvieron más conservadoras.

Se espera que la propuesta de Lula, que actualmente está siendo debatida en el Senado, ejerza presión sobre la deuda pública, implicando mayores costos de financiamiento para la elevada factura de intereses del gobierno y amenazando con un cambio en la política monetaria.

El banco central ha hablado positivamente sobre la mejora de las perspectivas de inflación de Brasil, después de haber caído desde máximos recientes de dos dígitos, pero también ha señalado la política fiscal del país bajo el gobierno de Lula como un foco de incertidumbre.

La inflación de Brasil se desaceleró a 6,17% en los 12 meses hasta mediados de noviembre, aún por encima de la meta de 3,5% para este año.

El banco central elevó su pronóstico de inflación este año a 6,0%, desde el 5,8% anterior.

Para 2023 y 2024, que comprenden el horizonte de política del banco, las proyecciones de inflación ahora están en 5,0% y 3,0%, respectivamente, desde 4,8% y 2,9% previos. Los objetivos oficiales son una inflación del 3,25% el próximo año y del 3% en 2024.

La decisión del banco de mantener su tasa de interés de referencia Selic había sido anticipada por 31 de 32 economistas encuestados por Reuters.

(Reporte de Marcela Ayres. Editado en español por Marion Giraldo)