Un dramático y mortal ataque a una mina de oro en Perú el sábado ha puesto en el punto de mira a los mineros ilegales y a las bandas criminales que atacan las minas, lo que en los últimos años ha dejado decenas de muertos y ha costado miles de millones de dólares en pérdidas, según funcionarios de la industria y del gobierno.

Nueve trabajadores murieron y otros 10 resultaron gravemente heridos en el último ataque, en el que hombres armados con explosivos asaltaron y tomaron rehenes en una mina perteneciente a Poderosa, uno de los principales productores de oro de Perú. El gobierno culpó a mineros ilegales y a grupos criminales.

El ataque ha puesto de relieve un riesgo creciente para los mineros en la nación andina, el núm. 2 productor mundial de cobre y una importante fuente de oro y plata.

"La seguridad es ahora uno de los principales costes", dijo a Reuters el director de asuntos corporativos de Poderosa, Pablo de la Flor, tras el ataque. "Los mineros ilegales y los grupos criminales representan una terrible alianza para el sector".

Los ataques a Poderosa el año pasado dejaron siete muertos y 10 torres de transmisión destruidas. En otro suceso en el que no estuvo implicada Poderosa, en junio del año pasado, un enfrentamiento entre mineros artesanales de oro por unas tierras en el sur de Perú dejó 14 muertos.

El impacto se está dejando notar en los balances, un quebradero de cabeza para las empresas y el gobierno de Perú, que lucha por salir de una recesión en la que la minería es el principal motor económico del país.

Un estudio reciente de la Cámara Nacional de la Industria Minera, Petrolera y Energética de Perú (SNMPE) señala que la minería ilegal de oro es responsable de unos 6.000 millones de dólares en pérdidas anuales, alrededor del 2,5% del PIB nacional.

La propia Poderosa ha visto golpeados sus beneficios y su producción este año, ya que los costes operativos han aumentado un tercio, según una presentación corporativa, que achacó a los mayores "costes de seguridad y vigilancia".

La empresa minera fue la mayor productora de oro de Perú en los dos últimos años, responsable del 10% de la producción, aunque ha caído al segundo puesto en los nueve primeros meses de 2023.

De la Flor dijo que el ataque del sábado no detendría las operaciones de la empresa.

MÁS GRANDE QUE EL NARCOTRÁFICO

La minería ilegal en Perú mueve más dinero que el narcotráfico, entre 3.000 y 4.000 millones de dólares al año, según datos del Gobierno.

De la Flor afirma que la minería ilegal ha crecido gracias a un programa diseñado para formalizar a los mineros artesanales, llamado REINFO, que proporciona licencias temporales a las pequeñas minas.

"Es el paraguas bajo el que se protegen, porque tener una REINFO impide que la policía intervenga en las minas ilegales", dijo.

El ejecutivo dijo que al principio los mineros artesanales contrataban a "bandas de delincuentes" para proteger sus explotaciones, pero que luego los grupos se hacían cargo de las operaciones cuando veían que era rentable.

El Ministerio de Energía y Minas de Perú no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el tema. El ministerio emitió un comunicado el domingo por la noche diciendo que echaría un vistazo a REINFO para identificar a aquellos que se aprovechaban del programa.

Poderosa dijo a principios de este año que su mina en la provincia de Pataz había "sido invadida por delincuentes peruanos y extranjeros aliados a los mineros ilegales" con el objetivo de controlar sus operaciones. Se sacaron miles de camiones de oro ilegal, dijo.

Aunque los principales destinos del oro peruano son India, Suiza y Canadá, que representan casi dos tercios de las exportaciones del país, los expertos afirman que el oro del mercado negro ha estado inundando la cercana Bolivia.

"Existe un mercado negro de minerales", afirma Gustavo Ramírez, que estudia la minería ilegal para la SNMPE. "No es tan difícil suponer que el oro es peruano y que sale por la frontera".

La producción de oro de Perú, que ha caído durante una década debido a la falta de nuevas explotaciones, aumentó a 97 toneladas métricas el año pasado, según el Ministerio de Energía y Minas. Se calcula que los mineros ilegales producen unas 30 toneladas más. (Reportaje de Marco Aquino Report; Redacción de Alexander Villegas Edición de Marguerita Choy)