"El mercado está reaccionando más al rebasamiento del índice PCE que a la caída del PIB, por lo que los futuros de renta variable están más débiles", señala Stuart Cole, de Equiti Capital.
En la publicación del PIB estadounidense del 1er trimestre, destacó el párrafo sobre la inflación. Aquí está in extenso en una traducción rápida:
"El índice de precios de las compras interiores brutas subió un 3,1% en el primer trimestre, frente a un aumento del 1,9% en el cuarto trimestre. El índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) subió un 3,4%, frente a un aumento del 1,8%. Excluidos los precios de la alimentación y la energía, el índice de precios PCE aumentó un 3,7%, frente a un incremento del 2%".
En otras palabras, las cifras confirman que la inflación jugó un papel importante en el 1T 2024 en Estados Unidos, más allá de lo que se temía. Esta realidad acaba de retrasar hasta diciembre las esperanzas del mercado de una primera bajada de tipos por parte de la Fed. La rentabilidad estadounidense a 10 años acaba de despegar al 4,72%, mientras que la de 2 años vuelve a superar la barrera del 2%.
En las primeras operaciones de Wall Street, el S&P500 y el Dow Jones perdían un 1,3%, en el umbral de los 5.000 puntos y por debajo de la simbólica marca de los 38.000 puntos, respectivamente. El Nasdaq 100 perdía un 1,9%, hasta los 17.189 puntos.
Las reacciones a los resultados de las empresas se exacerbaron en este entorno de gran volatilidad. Entre las que estaban en números rojos figuraban Meta Platforms (-14%), Textron (-11%), Southwest Airlines (-10%), O'reilly Automotive (-7%) e IBM (-8%). A la espera de sus cifras al final de la sesión, Alphabet y Microsoft perdieron un 4% y un 4,4%, respectivamente. Mejor les fue a Tyler Technologies (+10%), Newmont (+5,5%) y Teradyne (+6,2%).