El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia está a favor de un cese al fuego bilateral para allanar el camino hacia la reanudación de las conversaciones de paz, dijo el miércoles a Reuters en La Habana el principal negociador del grupo guerrillero izquierdista, y afirmó que los rebeldes estarían unidos al volver a la mesa de negociaciones.

Pablo Beltrán, quien lidera la delgación del ELN en Cuba, dijo que él y otros delegados que se encuentran en La Habana desde que las conversaciones colapsaron en 2019, regresarían a su país en las próximas semanas -si se les da las debidas garantías de seguridad- y junto con sus compañeros en la selva afinarían su estrategia de cara a las próximas negociaciones.

El blando Beltrán, que luchó con el ELN tanto en combates urbanos como rurales en Colombia, dijo que un anterior alto el fuego bilateral en 2017 fue "positivo" y debería "repetirse".

"En este momento no estamos a la ofensiva", dijo a Reuters en un frondoso y tranquilo barrio a las afueras de La Habana. "La nuestra es una actitud positiva y constructiva, para señalar al gobierno que esperamos reanudar [las conversaciones]".

La elección del presidente izquierdista Gustavo Petro, antiguo miembro del grupo guerrillero M-19, ayudó a abrir la puerta a las nuevas conversaciones. Petro ha prometido buscar la "paz total" aplicando plenamente un acuerdo de paz de 2016 con los rebeldes de las FARC, ahora desmovilizados, y dialogando con las bandas criminales.

Los escépticos, sin embargo, se preguntan si el ELN, fundado en 1964 por sacerdotes católicos radicales y considerado durante mucho tiempo como imprevisible y dividido en varios frentes, puede llegar a un acuerdo con los negociadores del gobierno.

Beltrán desestimó esas preocupaciones.

"Cuando acordamos (el último cese al fuego en 2017), el 100% de nuestros frentes cumplieron", dijo. "Nadie puede decir que el ELN firmó una cosa y luego no cumplió".

El martes, el presidente venezolano Nicolás Maduro acordó que Venezuela serviría de garante en las negociaciones, un paso clave, dijo Beltrán, para permitir que los negociadores del ELN en Cuba se reúnan con sus compañeros líderes rebeldes que aún operan en Colombia y a lo largo de la frontera venezolana.

"Tenemos que ponernos de acuerdo una vez más en nuestro enfoque porque es la primera vez que con un gobierno progresista... no tiene precedentes", dijo Beltrán. "Se necesitan nuevas instrucciones".

Después de eso, las conversaciones con el gobierno, dijo, podrían reanudarse en tan sólo "unas semanas".

Los anteriores intentos de negociación con el ELN, que cuenta con unos 2.400 combatientes y está acusado de financiarse con el narcotráfico, la minería ilegal y el secuestro, no han avanzado en parte por las disensiones en sus filas.