El fin de la rentabilidad superior de las Siete Magníficas. Es la frase impactante que a los estrategas les encanta lanzar cuando estos valores comienzan a ceder terreno frente al S&P 500.

Es lo que se observó durante el primer trimestre, cuando la llegada de la inteligencia artificial china Deepseek y el inicio de los aranceles llevaron a los inversores a reducir su exposición a los grandes valores tecnológicos estadounidenses.

Con todo, al final el repunte de los mercados estadounidenses de las últimas semanas ha estado impulsado por la tecnología. Así, desde principios de abril, el Nasdaq está superando ampliamente al S&P 500, que a su vez está superando a la versión equiponderada del índice (el S&P 500 Equal Weighted), lo que significa que las grandes capitalizaciones están obteniendo mejores resultados que el índice.

En los dos últimos meses, la distensión en el frente comercial y los resultados empresariales del primer trimestre han tranquilizado a los inversores y han facilitado la remontada de los índices.

Los resultados de los valores tecnológicos se esperaban como agua de mayo después de que la irrupción de Deepseek creara dudas sobre el capital invertido por las empresas estadounidenses. Sin embargo, Alphabet, Amazon, Meta y Microsoft han confirmado sus planes de inversión en infraestructuras de inteligencia artificial.

Por su parte, Nvidia ha sabido compensar los efectos de las restricciones a las exportaciones al mercado chino y sigue registrando niveles estratosféricos de crecimiento y rentabilidad.

Apple, al margen de la tendencia

Solo Apple sigue perdiendo terreno. El grupo se encuentra en el ojo del huracán de la guerra comercial de Donald Trump, ya que la gran mayoría de los iPhone se fabrican en China. Además, el grupo con sede en Cupertino arrastra varios trimestres de ralentización del crecimiento y parece rezagado en el desarrollo de la inteligencia artificial.

Para hacer frente a las tensiones comerciales con China, Apple tiene previsto trasladar parte de su producción a la India. El objetivo es ensamblar allí todos los iPhone destinados al mercado estadounidense para finales de 2026. La medida no satisface a Donald Trump, quien declaró a finales de mayo: «Hace tiempo que informé a Tim Cook, de Apple, de que esperaba que los iPhone vendidos en Estados Unidos se fabricaran en Estados Unidos, y no en la India ni en ningún otro lugar. Si no es así, Apple tendrá que pagar al menos un 25% de aranceles en Estados Unidos».

Desde principios de año, Apple ha caído casi un 20% y ha bajado al tercer puesto en la lista de capitalización bursátil, por detrás de Microsoft y Nvidia.