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Según los datos del Ministerio de Finanzas japonés, estos inversores vendieron en neto el mes pasado acciones en el extranjero por valor de 1,22 billones de yenes (8.120 millones de dólares), tras las retiradas netas del mes anterior por valor de unos 2,37 billones de yenes.
Las cuentas fiduciarias japonesas se desprendieron de acciones extranjeras por un valor neto de 1,33 billones de yenes, su tercera venta neta mensual consecutiva. Por su parte, las sociedades gestoras de fideicomisos de inversión compraron acciones por valor de 550.500 millones de yenes, la cifra más alta de los últimos tres meses.
Barclays señaló que las cuentas fiduciarias experimentaron importantes ventas netas, probablemente impulsadas por la necesidad de reequilibrar las carteras tras el buen comportamiento de la renta variable estadounidense, mientras que las fuertes compras de las sociedades gestoras de fondos de inversión estuvieron probablemente influidas por el renovado interés en los nuevos flujos de inversión vinculados a NISA.
El NISA, o Cuenta de Ahorro Individual Nippon, es un programa gubernamental japonés de inversión bursátil libre de impuestos para particulares, cuyo objetivo es convertir los billones de yenes que los hogares tienen en efectivo en inversiones en los mercados bursátiles.
Según datos del Banco de Japón, los inversores japoneses habían vendido hasta octubre un valor neto de 1,33 billones de yenes en acciones estadounidenses.
También se deshicieron de un valor neto de 412.000 millones de yenes y 162.200 millones de yenes en acciones europeas y británicas en el mismo periodo.
Mientras tanto, los inversores locales vendieron en noviembre títulos de deuda por un valor neto de 432.800 millones de yenes, ampliando las ventas netas a un segundo mes consecutivo, según mostraron los datos del Ministerio de Finanzas.
(1 $ = 150,3300 yenes)
