Un vistazo a la jornada en los mercados europeos y mundiales de la mano de Wayne Cole
Si se pregunta cómo han reaccionado los mercados a la sorprendente caída del presidente Bashar al-Assad en Siria, la respuesta es con calma. Los precios del oro y del petróleo han subido alrededor de un 0,4%, pero se trata de un movimiento modesto para un giro tan rápido de los acontecimientos y no hay señales de una carrera hacia la seguridad. Quizá estén ocurriendo demasiadas cosas en Oriente Próximo para que los operadores sepan cómo reaccionar.
Ciertamente, parece ser una nariz sangrante para el presidente ruso Putin, que ha pasado años apuntalando el régimen de Assad y se arriesga a perder el control de su única base naval en el Mediterráneo.
Moscú afirmó tener un acuerdo para mantener la base y sus instalaciones aéreas de Hmeimim en la provincia de Latakia, según una fuente del Kremlin citada por los medios rusos, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia restó importancia a cualquier riesgo inmediato. Pero no estaba nada claro si los rebeldes habían aceptado tal acuerdo. La pérdida de esas bases degradaría gravemente la proyección de poder de Rusia en Oriente Próximo y África.
La incertidumbre política también estuvo presente en Asia, donde las acciones surcoreanas volvieron a caer después de que el presidente Yoon Suk Yeol sobreviviera a una votación de destitución, sólo para que los fiscales lo nombraran objeto de una investigación penal por el intento de ley marcial de la semana pasada.
El Ministerio de Finanzas surcoreano salió a primera hora del lunes para tranquilizar a los mercados con todo el apoyo que necesitaban, pero aun así el won se deslizó hacia mínimos de dos años y las acciones se desplomaron más de un 2%.
El sentimiento se tensó aún más por una caída sorprendentemente brusca del 0,6% intermensual en el índice de precios al consumo de China en noviembre, avivando los murmullos del mercado de que Pekín no estaba haciendo lo suficiente para reactivar la economía.
Los líderes chinos tienen previsto pasar dos días esta semana en conversaciones a puerta cerrada sobre las ambiciones políticas para el próximo año durante la conferencia central de trabajo económico, pero la sospecha es que no saldrá nada concreto de ello.
El miércoles se publicarán las cifras de la inflación subyacente estadounidense y un resultado por encima del +0,3% previsto pondría en entredicho la confianza del mercado en un recorte de tipos en diciembre por parte de la Fed. La probabilidad implícita se sitúa actualmente en el 83%, con otros 75 puntos básicos de relajación descontados para el próximo año.
En este sentido, fue un alivio que el presidente electo Donald Trump dijera el domingo que no intentaría sustituir al presidente de la Fed, Jerome Powell, al asumir el cargo en enero.
De los bancos centrales que se reúnen esta semana, se prevé que el BCE recorte en 25 puntos básicos y el BoC en 50 pb. El BNS también podría recortar 50 puntos básicos, dado lo mucho que ha estado gastando para contener el franco suizo. La magnitud de su intervención para vender francos a cambio de euros es probablemente la razón por la que la moneda única no está probando la paridad con el dólar estadounidense en estos momentos.
Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el lunes:
- Participación de Piero Cipollone, miembro del consejo del BCE, en la reunión del Eurogrupo.
- El subgobernador del Banco de Inglaterra, Dave Ramsden, pronuncia un discurso sobre la estabilidad financiera
- Los ministros de Finanzas de la zona euro se reúnen para evaluar sus proyectos de planes presupuestarios
- Índice Sentix de la zona euro para diciembre