El país más poblado de África está lidiando con su peor crisis de coste de la vida en una generación.
Las penurias económicas han empeorado desde que el presidente Bola Tinubu inició las reformas de austeridad, que incluyen la devaluación de la moneda naira del país y el fin de una subvención a la gasolina de décadas de antigüedad, lo que ha alimentado la inflación.
La debilidad de la moneda nigeriana ha estimulado las exportaciones informales de maíz, arroz y sorgo a los países vecinos debido al diferencial de cambio con el franco CFA de África Occidental.
El maíz es un alimento básico en Nigeria que también se utiliza para piensos, bebidas y harina procesada.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) prevé un aumento de las exportaciones de maíz de Nigeria en 2024/25 hasta las 75.000 toneladas métricas desde su estimación para 2023/24 de 50.000 toneladas métricas.
El proyecto del Senado, que necesitará el visto bueno del presidente para convertirse en ley, ilegalizará la exportación de maíz sin procesar a partir de un mínimo de 1 tonelada métrica.
Los infractores pagarían el valor del maíz en multas o se enfrentarían a una pena de un año de prisión.
Un informe conjunto del gobierno nigeriano y las Naciones Unidas afirmaba en noviembre que se espera que más de 30 millones de personas sufran inseguridad alimentaria el próximo año, un tercio más que este año.
El USDA calcula que Nigeria consume unos 12 millones de toneladas métricas de maíz al año e importa unas 100.000 toneladas métricas.