El organismo regulador de la energía en Occidente afirmó el viernes que estaba dispuesto a liberar reservas de petróleo en caso de que el mercado sufriera escasez tras el ataque de Israel a Irán, lo que provocó críticas de su rival, la OPEP, que afirmó que la declaración solo serviría para crear miedo en el mercado.

La Agencia Internacional de la Energía, que representa a los consumidores de petróleo, y la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que representa a algunos de los principales productores mundiales de petróleo, se han enfrentado en los últimos años por la trayectoria de la demanda mundial de petróleo y el ritmo de la transición energética.

El director de la AIE, Fatih Birol, afirmó que, aunque el mercado del petróleo estaba bien abastecido, la agencia estaría dispuesta a actuar si fuera necesario, y añadió que el sistema de seguridad petrolera de la agencia contaba con 1200 millones de barriles de petróleo en reservas estratégicas y de emergencia.

El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, criticó la declaración de Birol, afirmando que «genera falsas alarmas y proyecta una sensación de temor en el mercado al repetir la innecesaria necesidad de utilizar potencialmente las reservas de emergencia de petróleo».

Afirmó que no se habían producido cambios en el suministro ni en la dinámica del mercado que «justificaran medidas innecesarias».

Los precios del petróleo se dispararon después de que Israel lanzara una serie de ataques contra Irán el viernes, afirmando que había atacado instalaciones nucleares y fábricas de misiles y matado a una serie de comandantes militares en lo que podría ser una operación prolongada para impedir que Teherán construya un arma atómica.

Los precios del petróleo subieron un 7 %, su mayor subida diaria desde 2022, cuando Rusia invadió Ucrania.

Estados Unidos y sus aliados, en coordinación con la AIE, recurrieron por última vez a las reservas estratégicas de petróleo a principios de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, una decisión que la OPEP criticó duramente en su momento.

Aunque Israel no ha llegado a atacar las instalaciones energéticas de Irán, los participantes en el mercado temen que la situación se agrave aún más y provoque daños en las infraestructuras energéticas de Irán o de sus vecinos, así como el bloqueo del estrecho de Ormuz.

En septiembre de 2019, las milicias hutíes respaldadas por Irán en Yemen lanzaron un ataque con drones contra la planta de procesamiento de petróleo de Saudi Aramco en Abqaiq, lo que provocó la interrupción de la producción de 5,7 millones de barriles diarios de petróleo saudí y sumió al mercado petrolero en el caos.

Las relaciones diplomáticas de Irán con sus vecinos del Golfo, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, han mejorado significativamente desde ese ataque, aunque sigue habiendo cierta preocupación en la región por que se repita el escenario de Abqaiq.

«El petróleo ya se ha disparado... y su punto de aterrizaje final dependerá probablemente de si Irán revive el guion de 2019 y ataca petroleros, oleoductos e instalaciones energéticas clave en toda la región», afirmó Helima Croft, analista de RBC Capital Markets, en una nota tras el ataque israelí.