Las naciones europeas deben estar preparadas para hacer frente a nuevos incidentes en el mar Báltico tras los recientes daños sufridos por las infraestructuras submarinas, afirmaron el martes los líderes de los países de la OTAN en la región antes de una reunión sobre seguridad en Helsinki.

Las naciones del mar Báltico están en alerta máxima tras una serie de cortes de cables eléctricos, enlaces de telecomunicaciones y gasoductos a raíz de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, y están debatiendo un aumento de la presencia de la OTAN.

Unos 2.000 barcos atraviesan el mar Báltico cada día, lo que dificulta su vigilancia, según el presidente letón Edgars Rinkevics.

"Reconozcámoslo, no podemos garantizar una protección del 100%, pero si enviamos una señal audaz, creo que este tipo de incidentes van a disminuir o incluso a detenerse", declaró Rinkevics a la prensa.

La policía finlandesa incautó el mes pasado un petrolero que transportaba petróleo ruso y dijo que sospechaba que el buque había dañado la línea eléctrica finlandesa-estonia Estlink 2 y cuatro cables de telecomunicaciones al arrastrar su ancla por el lecho marino.

El canciller alemán, Olaf Scholz, declaró el martes que debe asumirse que éste y otros incidentes recientes en el mar Báltico forman parte de una estrategia híbrida que amenaza a los países europeos.

"Es importante que nos reunamos aquí ahora y hablemos de cómo podemos trabajar juntos para garantizar una mayor seguridad en la región del Mar Báltico", declaró Scholz.