Los amplios recortes fiscales prometidos por el gobierno de Liz Truss, en total contradicción con la política monetaria del Banco de Inglaterra, han provocado la caída de los gilt. La situación del mercado de bonos británico, en el que se basa el sistema de pensiones del país, ha obligado al Banco de Inglaterra a lanzar un programa de compra de bonos de emergencia. En total, algo más de 65.000 millones de libras, inyectados a un ritmo frenético de 5.000 millones de libras al día durante trece días, se utilizarán para recomprar bonos británicos. Al mismo tiempo, la libra esterlina ha caído bruscamente, depreciándose casi un 25% frente al dólar desde principios de año. 

En la Unión Europea, la crisis energética no parece tener fin. El 27 de septiembre aparecieron tres fugas inexplicables en los gasoductos Nord Stream, que unen Rusia con Alemania en el Mar Báltico. Un incidente raro, pero que sorprendentemente se produjo tres veces en menos de un día. Para el Primer Ministro danés, no hay duda de que se trata ni más ni menos que de un acto deliberado. Una idea que comparte Ursula von der Leyen, quien asegura que este "acto de sabotaje" contra las infraestructuras energéticas europeas "no quedará sin consecuencias". Ambiente eléctrico...

Giorgia Meloni, líder del partido postfascista Fratelli d'Italia, se impuso en las elecciones parlamentarias y se espera que asuma en breve la jefatura del gobierno italiano. La reacción de los mercados de bonos fue relativamente débil, aunque las medidas de su programa económico son calificadas de "impagables" por muchos, incluso en las filas de su coalición. Esta preocupación es compartida por los bancos y las agencias de calificación, cuyos informes apuntan a una explosión del déficit si se aplica el programa electoral. Sin embargo, la confianza de los inversores en la política fiscal de Roma es crucial para la estabilidad de los rendimientos de los bonos italianos. Los rendimientos ya rondan el 4,6% para los bonos a 10 años. Con una política presupuestaria demasiado deficitaria y que no se ajusta a las normas dictadas por el BCE, Italia podría perder cerca de "191.500 millones de euros en préstamos y subvenciones", advirtió el ex Primer Ministro Silvio Berlusconi. Una evaporación de la que las finanzas italianas bien podrían prescindir, puesto que la deuda pública ya se sitúa en torno al 150% del PIB italiano. Este escenario recuerda a la situación de Grecia, donde los tipos de los bonos a 10 años coquetean con el 5% y la inflación ha alcanzado el 11,4% interanual.

El otoño-invierno de 2022 parece complicado en Europa.

Dibujo de Amandine Victor para MarketScreener: Europa pasa por momentos difíciles