Aunque los fundamentos siguen siendo positivos para el sector energético, la aparición de fricciones geopolíticas que afectan a los países productores también ha sido un catalizador alcista en las últimas semanas. En primer lugar, los mortíferos disturbios en Kazajistán, donde se declaró el estado de emergencia, mantuvieron en vilo a los comerciantes, antes de que los rebeldes yemeníes atacaran con drones las instalaciones de almacenamiento de los Emiratos Árabes Unidos. Cabe destacar que este aumento de las tensiones se produce mientras los mercados siguen de cerca el posible impacto de la escalada de las fricciones entre Rusia y Ucrania.

En cuanto a la producción, nada ha cambiado realmente con respecto a 2021. La oferta sigue limitada por las cuotas de producción de los países de la OPEP+, con una alianza que se esfuerza por aumentar sus índices de producción debido a las actividades de mantenimiento y a los problemas de falta de inversión. Por otra parte, la demanda sigue siendo dinámica a pesar de un contexto sanitario todavía angustioso. Prueba de ello es que los inventarios comerciales de Estados Unidos han vuelto a caer y se encuentran en su nivel más bajo desde octubre de 2018.

El mercado sigue siendo tenso en la actualidad, pero la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA) prevé una mejora a partir del segundo trimestre gracias al aumento de la producción estadounidense. La EIA estima que la producción de petróleo de EE.UU. alcanzará una media de 11,8 millones de barriles diarios (mbd) en 2022 y 12,41 mbd en 2023. Esta dinámica debería ir acompañada de una reposición de las existencias y ejercer una presión a la baja sobre los precios. Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado al alza su previsión de demanda mundial de petróleo en 200.000 barriles diarios para 2022. La institución señala que la oferta mundial debe seguir el ritmo de la recuperación de la demanda, a riesgo de desestabilizar el mercado con nuevos episodios de turbulencia en los precios del petróleo. 

Técnicamente, en datos semanales, el precio del Brent sigue avanzando inexorablemente. El cruce de la línea de 85 dólares ilustra el predominio de las apuestas alcistas, que actualmente no da señales de disminuir. Por tanto, la tendencia subyacente sigue siendo alcista en todos los plazos.