Los planetas siguen alineados a favor de los precios del petróleo, que siguen subiendo, apoyados en gran parte por las incesantes tensiones en los mercados energéticos. Asia carece desesperadamente de carbón y Europa está desesperada por el gas natural, al tiempo que cuestiona las intenciones de Moscú, lo que supone una ventaja para el petróleo, que en algunos casos puede utilizarse como sustituto, especialmente en la generación de energía.

En este contexto, el aumento de los precios del gas natural y del carbón se ha trasladado a los del petróleo, que han subido casi un 70% desde el 1 de enero y un 100% en términos interanuales. Las dos principales referencias cotizan cerca de sus niveles más altos del año, a 85 dólares el Brent y 82 dólares el barril de WTI.

Esta crisis energética ha llevado a la Agencia Internacional de la Energía a revisar sus previsiones de demanda de petróleo. La institución ha revisado al alza sus previsiones de demanda para este año y también para 2022 y subraya que el mercado debería seguir siendo deficitario "al menos hasta finales de año". Por parte de la OPEP, el cártel petrolero no prevé un mercado tan ajustado. En su último informe mensual, la OPEP rebajó su estimación de consumo de petróleo para este año, al tiempo que dejó sin cambios sus perspectivas para 2022. Esta visión cautelosa de la dinámica de la demanda justifica las decisiones del cártel ampliado, la OPEP+, que no ha cambiado su política de control de la producción. Esta cautela sobre la dinámica de la demanda justifica las decisiones del cártel ampliado, la OPEP+, que no ha modificado su política de control de la producción, cuya flexibilización podría haber contribuido a mitigar la inflación de los precios de la energía.

En Estados Unidos, la producción se recupera gradualmente de los efectos del huracán Ida. La Agencia de la Energía de EE.UU. estima que la oferta de EE.UU. debería situarse en torno a los 11,7 millones de barriles diarios (mbpd) el próximo año, frente a los 11,3 mbpd de 2021, lo que supone un modesto aumento en comparación con la subida de los precios del petróleo.

Desde el punto de vista técnico, en datos semanales, el precio de la referencia europea sigue avanzando inexorablemente. El cruce de la línea simbólica de los 80 dólares ilustra el predominio de las apuestas alcistas, que actualmente no muestran signos de disminuir. La tendencia subyacente sigue siendo alcista en todos los plazos. Sólo un retorno por debajo de 76 dólares sería un primer aviso bajista.