Elon Musk, consejero delegado de Tesla Inc, no participó el miércoles por primera vez en la teleconferencia de resultados de la compañía, lo que le convierte en uno de los pocos altos ejecutivos de Estados Unidos que se pierde el ritual trimestral de hablar con Wall Street.

La popularidad de Musk entre los inversores y los clientes es un activo importante para el fabricante de coches eléctricos, y su ausencia -si continúa- es probable que convierta las llamadas trimestrales de Tesla en revisiones más estables de los negocios que en plataformas impredecibles para las últimas reflexiones del célebre CEO.

El miércoles, Tesla superó las expectativas de Wall Street sobre los ingresos del tercer trimestre, gracias a un récord de entregas y a la prolongada escasez mundial de chips y materias primas.

El difunto consejero delegado de Apple Inc, Steve Jobs, no solía hablar en las conferencias telefónicas trimestrales, pero su sucesor, Tim Cook, hace una aparición en los eventos. También lo hacen otros grandes ejecutivos como el CEO de Ford Motor Co, Jim Farley, y el CEO de Facebook Inc, Mark Zuckerberg.

El multimillonario fundador de Amazon.com Inc, Jeff Bezos, no asistió a las convocatorias de resultados del gigante del comercio electrónico antes de dejar de ser consejero delegado a principios de este año. Musk y Bezos se disputan el título de persona más rica del mundo.

Musk dijo durante la llamada de ganancias de Tesla en julio que no necesariamente estaría presente en tales eventos futuros, "a menos que haya algo realmente importante que tenga que decir".

En el pasado, el franco magnate ha utilizado las convocatorias trimestrales para hacer promesas sobre la entrega de tecnología y productos y para responder a los analistas, el gobierno y los críticos.

En la actualidad, Musk suele centrarse en otra gran empresa, SpaceX, que está desarrollando un enorme cohete para transportar personas a Marte con el objetivo final de colonizar el planeta.

Morgan Stanley ha dicho que sus clientes creen que SpaceX podría convertir a Musk en el primer "trillonario" y que la empresa podría llegar a tener una valoración superior incluso a la de Tesla, la compañía industrial/fabricante más valiosa del mundo.

En una llamada de ganancias del año pasado, Musk calificó de fascistas las restricciones de permanencia del gobierno estadounidense para frenar el brote de coronavirus.

En otra llamada en 2018, se negó a responder a las preguntas de los analistas sobre los requisitos de capital de los fabricantes de vehículos eléctricos, diciendo que las preguntas aburridas y estúpidas no son geniales. Las acciones de Tesla cayeron como resultado.