Dimon, que debe testificar junto a los principales directores ejecutivos de los bancos estadounidenses en las audiencias del Congreso el miércoles y el jueves, expondrá las fuerzas que compiten entre sí y que azotan la economía del país. El fuerte gasto de los consumidores y el robusto mercado de trabajo sugieren resistencia, pero las cadenas de suministro atascadas, la guerra en Ucrania, la alta inflación y los esfuerzos de la Reserva Federal para contenerla señalan tiempos más difíciles por delante, añadió.

"Mientras estas nubes de tormenta se acumulan en el horizonte, incluso los mejores y más brillantes economistas están divididos en cuanto a si éstas podrían evolucionar hacia una gran tormenta económica o hacia algo mucho menos severo", afirma el testimonio de Dimon.

También dijo que las estrictas normas que exigen a los bancos mantener más capital suponen un riesgo económico importante, ya que frenan la capacidad de los bancos para conceder préstamos.

"Esto es malo para Estados Unidos, ya que perjudica a los bancos regulados precisamente en el momento equivocado, haciendo que se vean limitados por el capital y reduzcan el crecimiento en áreas como los préstamos, cuando el país entra en condiciones económicas difíciles", advirtió.

Los reguladores mundiales impusieron estrictos requisitos de capital a los bancos tras la crisis financiera de 2008.

El testimonio de Dimon se produce antes de un par de audiencias de supervisión de los siete mayores bancos minoristas del país, en las que se espera que los directores generales sean interrogados sobre una serie de cuestiones, como la economía, los problemas de los consumidores y temas sociales candentes como los combustibles fósiles y el aborto.

Un memorándum preparado por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, que interrogará primero a los directores generales el miércoles, señala que los llamados megabancos han crecido considerablemente tras las recientes fusiones. Los gigantes bancarios siguen pagando grandes multas por su "comportamiento ilícito", según el comité.

La audiencia buscará el testimonio de los consejeros delegados sobre una serie de cuestiones, como la protección del consumidor, los problemas de cumplimiento, la diversidad y "cuestiones relacionadas con el interés público", como los derechos de los trabajadores y el acceso al aborto, según la nota.

Dimon defendió la labor de su banco, argumentando que el mayor banco del país desempeña un papel fundamental en la economía, en particular durante tiempos tumultuosos como la pandemia, cuando fue el mayor prestamista en el marco del Programa de Protección de Cheques.

"También ha demostrado lo que las grandes empresas con el tamaño y la escala de JPMorgan Chase pueden hacer como fuente de fortaleza para la economía", afirma su testimonio.

Entre los consejeros delegados que han testificado se encuentran los jefes de los cuatro mayores bancos de Estados Unidos: Dimon de JPMorgan, Brian Moynihan de Bank of America, Jane Fraser de Citi y Charles Scharf de Wells Fargo. A ellos se unirán el director general de US Bancorp, Andy Cecere, el director general de PNC Financial, William Demchak, y el director general de Truist Financial, William Rogers, que dirigen los mayores prestamistas regionales del país.