LONDRES, 12 may (Reuters Breakingviews) - ArcelorMittal está descubriendo que es posible excederse con la cautela. Las acciones de la mayor siderúrgica del mundo han caído un 20% desde que dijo que captaría 2.000 millones de dólares en acciones y deuda ligada al capital. Recortar los préstamos parece prudente en un momento en que los confinamientos están minando la demanda del metal. Pero hay una fina línea entre la prudencia y el pánico.

Por un lado, los inversores deberían alegrarse de que ArcelorMittal esté aumentando sus fondos propios. Es posible que sea el cuarto aumento de capital del grupo dirigido por Lakshmi Mittal desde 2009, pero también es el más pequeño. Y la obtención de fondos permite a ArcelorMittal reducir su deuda neta de 9.500 millones de dólares a una cifra cercana al objetivo de 7.000 millones de dólares que los inversores habían estado anticipando que se alcanzaría a finales de 2020, dado que las ventas de activos previamente planificadas parecen ahora más difíciles.

Aun así, la elección del momento resulta desconcertante, ya que se produce poco después de los resultados de la semana pasada y de la rebaja de la calificación por parte de Moody's. Los analistas de Credit Suisse consideran que el grupo podría haber alcanzado su objetivo de 7.000 millones de dólares para 2022 de todos modos, y la estrategia de ultrablindaje podría ser en realidad una advertencia de que el mercado siderúrgico no se recuperará pronto. Si ArcelorMittal utiliza la línea de crédito de 3.000 millones de dólares a un año que obtuvo apresuradamente en abril, el objetivo de 7.000 millones de dólares de deuda neta será más difícil de alcanzar.

Por otra parte, ArcelorMittal está renunciando al formato de la ampliación convencional con emisión de derechos de suscripción, al que recurrió por última vez en 2016, y está captando parte del capital mediante bonos obligatoriamente convertibles, un tipo de bono que se convierte en acciones en una fecha preestablecida. Al menos los títulos convertibles permitirán nuevo capital fresco con una prima potencial sobre precio de la nueva emisión de las acciones, pero los accionistas existentes que no puedan participar seguirán diluyéndose. De ahí la fuerte caída de las acciones de ArcelorMittal.

El nerviosismo de los inversores podría haberse calmado si la familia Mittal hubiera decidido acudir a la ampliación de manera proporcional a su participación del 37% en el grupo. Los 200 millones de dólares que van a suscribir de la nueva emisión es muy inferior a dicho porcentaje. Difícilmente se puede decir que sea un voto de confianza.

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(El autor es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones vertidas en esta columna son responsabilidad exclusiva de su autor)

(editado por George Hay y Karen Kwok; traducido por Tomás Cobos)