Bangladesh está a punto de obtener el jueves un nuevo gobierno interino encabezado por el economista Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz, después de que semanas de tumultuosas protestas estudiantiles obligaran a la primera ministra Sheikh Hasina a dimitir y huir del país del sur de Asia.

Yunus, de 84 años, único premio Nobel de Bangladesh, fue propuesto para el cargo por los manifestantes estudiantiles que lideraron la campaña contra Hasina. Se esperaba que jurara su cargo como asesor principal junto con un equipo de asesores a última hora del jueves.

Yunus, un duro crítico de Hasina, es conocido como el "banquero de los pobres" y fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2006 por fundar un banco pionero en la lucha contra la pobreza con pequeños préstamos a prestatarios necesitados.

Está previsto que llegue el jueves a la capital, Dhaka, procedente de París, donde ha estado recibiendo tratamiento médico.

"Estoy deseando volver a casa y ver qué está pasando allí y cómo podemos organizarnos para salir del problema en el que estamos metidos", declaró Yunus antes de embarcar en un vuelo el miércoles por la noche.

La dramática salida de Hasina el lunes del país que gobernó durante cuatro mandatos -y fue reelegida para un quinto en enero- desató el júbilo y la violencia en todo Bangladesh, cuando las multitudes asaltaron y saquearon su residencia oficial sin oposición.

Huyó a la vecina India, donde se refugia en una base aérea cercana a la capital, Nueva Delhi.

Hija del fundador del Estado, Mujibur Rahman, Hasina sobrevivió al asesinato de su padre y de la mayor parte de su familia en 1975. Dirigió Bangladesh durante 20 de los últimos 30 años.

Las protestas estudiantiles contra las controvertidas cuotas de puestos de trabajo en el gobierno se dispararon en julio y más de 250 personas murieron y miles resultaron heridas cuando los manifestantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad y a los partidarios del partido de Hasina, la Liga Awami.

Las protestas se vieron alimentadas por las duras condiciones económicas y también por la represión política.

Tras años de fuerte crecimiento gracias a la expansión de la industria de la confección, la economía de 450.000 millones de dólares luchaba contra las costosas importaciones, la inflación y el desempleo, y el gobierno había solicitado un rescate al Fondo Monetario Internacional.

Yunus y el Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP), principal oponente político de Hasina, hicieron el miércoles un llamamiento a la calma y al fin de la violencia.

"Nada de destrucción, venganza o revancha", dijo la líder del BNP, Khaleda Zia, de 78 años, en un discurso grabado en vídeo desde su cama de hospital a cientos de sus partidarios en un mitin en Dhaka.

Zia, que fue liberada de su arresto domiciliario el martes, y su hijo exiliado Tarique Rahman, tomaron la palabra en el mitin y pidieron la celebración de elecciones nacionales en un plazo de tres meses.

El miércoles, un tribunal anuló la condena de Yunus en un caso laboral en el que se le había impuesto una pena de seis meses de cárcel en enero. Yunus había calificado su procesamiento de político, parte de una campaña de Hasina para sofocar la disidencia.

"Aprovechemos al máximo nuestra nueva victoria", dijo Yunus.