En el momento de escribir estas líneas, el Nasdaq ha ganado un 46% desde principios de año, el S&P 500 un 19%, el Dow Jones un 9% y el Cac 40 casi un 13%. 
 
Las tecnológicas, impulsadas por la explosión de la inteligencia artificial, siguen liderando el baile bursátil anual. El oro, beneficiado por la caída del dólar y de los rendimientos de los bonos del Tesoro, se ha revalorizado un 11% desde principios de octubre. Menos previsible ha sido la repentina y brusca recuperación del Bitcoin, que ha ganado nada menos que un 58% desde mediados de octubre y un 160% desde principios de enero, impulsado por la perspectiva de que salga al mercado un ETF específico.
El consumo discrecional también resistió bien, ignorando descaradamente la inflación que afecta a su sector hermano, el consumo de bienes de primera necesidad
 
En el lado de los perdedores, las energías renovables (hidráulica, solar y eólica) están sufriendo más que beneficiándose de los vientos en contra que azotan al sector. La subida de los tipos de interés, la caída de las inversiones, el componente inflacionista, la escasez (persistente) y el desencanto de los mercados... los antiguos favoritos de la bolsa han perdido parte de su brillo. 
 
Por último, también impulsado por una posible bajada de los tipos de interés, el sector inmobiliario, que estaba en apuros en 2023, ha protagonizado una notable remontada de última hora, con un rendimiento del 15% desde finales de octubre.

Dibujo de Amandine Victor