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LONDRES (EFE Dow Jones)--Los sondeos a empresas de toda Europa dados a conocer el viernes mostraron el mayor incremento de la actividad en más de dos décadas, lo que indica que el continente va camino de experimentar el mismo tipo de crecimiento del que ya goza Estados Unidos, pese a que la propagación de la variante Delta del coronavirus podría retrasar la recuperación, no acabar con ella.

Pero no todo está despejado en el panorama mundial, ya que los reveses sufridos por Australia, India y otros países asiáticos sirven de recordatorio de que el ritmo de la recuperación económica mundial sigue dependiendo del curso de la pandemia y puede verse ralentizado por incrementos de las infecciones a medida que vayan apareciendo nuevas variantes o cepas.

"La encuesta también subraya que la variante Delta plantea un enorme reto para las perspectivas", comentó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, la firma que compila los sondeos. "No sólo porque el aumento de las cifras de los casos ha causado una reducción del optimismo empresarial hasta su mínima desde febrero pasado, nuevas olas de Covid alrededor del mundo podrían crear mayores demoras en las cadenas internacionales de suministro y en consecuencia, precios aún más elevados".

IHS Markit señaló que el índice de gestores de compras --o PMI, por sus siglas en inglés-- compuesto de la eurozona, que mide la actividad de los sectores manufacturero y servicios, subió a 60,6 en julio desde 59,5 en junio, su nivel más alto en 21 años. Un dato por encima de 50 indica una expansión de la actividad.

Se prevé que el PMI que se publicará la tarde del viernes en Estados Unidos apunte a una ligera ralentización del crecimiento económico, aunque seguirá siendo elevado.

El variado ritmo de infecciones y de los programas de vacunación, junto con las idas y venidas de las restricciones estatales, implican que la recuperación va y seguirá yendo a distintos ritmos en las diferentes partes del mundo. Pero aunque los economistas estiman que la expansión estadounidense tocó techo en el trimestre cerrado en junio, se prevé que el crecimiento mundial alcance su punto álgido en el trimestre en curso.

La perspectiva después de los meses de verano es cada vez más incierta, ya que la variante Delta del virus está incrementando las tasas de infección en todo el mundo y parece que ya está pasando factura a la confianza de los consumidores.

El sondeo a empresas australianas puso de manifiesto los costes económicos de la llegada de la variante Delta a una población con bajas tasas de vacunación. Con sólo el 12% de los habitantes del país inoculados hasta la fecha, el rápido aumento de las infecciones de Covid-19 ha provocado en esa nación la reimposición de restricciones a particulares y empresas.

El PMI indicó una contracción del sector servicios en julio y la actividad empresarial general bajó al mayor ritmo en 14 meses. La rapidez con la que la variante Delta ha cambiado la perspectiva se refleja en el hecho de que el banco central australiano dijo el 6 de julio que reduciría las compras de bonos que buscaban estimular el crecimiento, confiado en que la recuperación económica estaba ya en marcha. Pero ahora, algunos economistas esperan que la institución retrase la retirada prevista de los estímulos.

El banco central "querrá hacer su parte manteniendo la política monetaria acomodaticia", indicó Marcel Thieliant, economista de Capital Economics. "Por tanto, ahora esperamos que el banco mantenga invariadas las compras mensuales".

-Escriba a Paul Hannon a paul.hannon@wsj.com

Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por NUC

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July 23, 2021 06:47 ET (10:47 GMT)