4 ago (Reuters) -Las camionetas pickup le están generando efectivo a General Motors Co. en medio de la escasez global de semiconductores y una pandemia que está resurgiendo, pero los inversores señalaron el miércoles que quieren más de la presidenta ejecutiva Mary Barra.

Las acciones del fabricante de automóviles número uno en Estados Unidos caían un 8,6% a las 1622 GMT.

La dura reacción a las cifras de GM -y a los sólidos resultados del miércoles de Toyota Motor Corp y Honda Motor Co- subrayan la incertidumbre que enfrentan los fabricantes de automóviles mundiales en un momento de disrupción tecnológica y económica.

Barra, en una llamada con inversores el miércoles, dijo que GM "seguirá viendo el impacto este año" de la escasez de chips, que espera que continúe el año próximo.

Pero destacó que las camionetas, los SUV y los crossovers ayudarán a apuntalar los resultados a partir del segundo semestre y agregó: "Veremos que un entorno de precios sólido continuará durante el resto del año y hasta el 2022".

General Motors reportó el miércoles una utilidad neta que llegó a 2.800 millones de dólares, o 1,90 dólares por acción, en comparación con una pérdida en el mismo trimestre del año anterior de 806 millones de dólares, o 56 centavos de dólar por acción. Analistas esperaban 2,23 dólares por acción, según datos de IBES de Refinitiv.

GM dijo además que las ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos tocaron un récord de 4.100 millones de dólares y de 8.500 millones de dólares en el primer semestre.

La automotriz estadounidense elevó su guía ajustada al EBIT para todo el año a un rango de entre 11.500 millones y 13.500 millones de dólares, desde la previsión anterior de entre 10.000 millones y 11 millones de dólares.

Los resultados de GM demostraron que las ganancias a corto plazo de la compañía dependen en gran medida de la venta de las lucrativas camionetas pickup con motor de combustión y los grandes vehículos deportivos utilitarios en América del Norte.

La venta de autos eléctricos de GM en Estados Unidos representó aproximadamente el 1,6% de las entregas en el segundo trimestre en el país.

Pero el mercado de franquicias de camionetas de GM enfrenta amenazas desde Washington, donde se espera que el gobierno del presidente Joe Biden proponga límites a las emisiones de vehículos más estrictas y un cambio acelerado a los vehículos eléctricos.

Al igual que sus rivales, GM también se enfrenta a la incertidumbre debido a la rápida propagación de la variante Delta del coronavirus. GM, Ford Motor Co. y Stellantis NV, junto con United Auto Workers, restablecieron el martes el uso obligatorio de mascarillas en sus fábricas de Estados Unidos y pidieron a los trabajadores que se vacunen.

Los inventarios de vehículos no vendidos de GM al 30 de junio eran la mitad de los niveles del año anterior. La compañía dijo que tenía vehículos por un valor de 1.400 millones de dólares en sus existencias que se habían fabricado sin algunos módulos electrónicos debido a la falta de semiconductores.

(Reporte de Paul Lienert y Ben Klayman en Detroit. Editado en español por Marion Giraldo y Rodrigo Charme)