El superyate Dilbar, de más de 150 metros, que cuenta con una piscina de 25 metros, fue tomado en el puerto norteño de Hamburgo, informó el sitio web de Forbes. Por otra parte, el jueves, las autoridades francesas tomaron el control de un yate que, según dijeron, pertenecía al jefe de Rosneft, Igor Sechin.

El Dilbar había sido sometido a un reacondicionamiento en los astilleros de Blohm + Voss, informó Forbes, añadiendo que el gobierno alemán había congelado el activo y que los empleados que trabajaban en el barco no se presentaron a trabajar el miércoles.

Nadie en la Oficina General de Aduanas de Alemania estaba disponible para hacer comentarios.

Un portavoz de Blohm + Voss declinó hacer comentarios sobre el Dilbar, diciendo únicamente que todos los pedidos y proyectos del Grupo Luerssen y sus filiales eran tratados de acuerdo con la situación legal.

Los representantes de Usmanov, según Forbes, no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

La UE impuso sanciones al magnate ruso de los metales y a otras 25 personas destacadas por la invasión rusa de Ucrania, según una decisión publicada en el diario oficial de la UE.

Entregado en 2016, el Dilbar es el mayor yate a motor del mundo por tonelaje bruto, según la página web de Luerssen. Entre sus instalaciones de recreo se encuentra la mayor piscina que se ha instalado en un yate.

Al menos cinco superyates propiedad de multimillonarios rusos estaban anclados o navegando el miércoles en Maldivas, una nación insular del Océano Índico que no tiene un tratado de extradición con Estados Unidos, según mostraron los datos de seguimiento de los barcos.

El senador de economía de Hamburgo dijo el miércoles que ningún yate saldría del puerto a menos que tuviera la debida autorización.

Un portavoz del Ministerio de Economía de la ciudad dijo que las autoridades aduaneras se encargarían de aplicar cualquier sanción a los yates rusos y que sólo darían el visto bueno una vez que la propiedad de cualquier barco estuviera clara.