Los líderes de los Estados de la Liga Árabe que abarcan el Golfo, Levante y África comenzaron a llegar a Riad el jueves, cuando Xi recibió una fastuosa recepción por parte del príncipe Mohammed y firmó un pacto de asociación China-Saudí con el rey Salman, demostrando la profundización de los lazos.

Estados Unidos observa con cautela la creciente influencia de su rival económico, Pekín, en la región, donde China tiene intereses creados por ser el mayor consumidor de energía del mundo y las empresas chinas se están expandiendo en tecnología y otras infraestructuras.

La visita de Xi también se produce en un momento en que la antigua alianza de Riad con Washington se ha tensado a causa de los derechos humanos, la política energética y Rusia, así como por las dudas del Golfo sobre el compromiso de Estados Unidos, principal garante de la seguridad, con la región.

En una extensa declaración conjunta el viernes, Pekín y Riad se comprometieron a mejorar la cooperación y subrayaron los principios de soberanía y "no injerencia", al tiempo que afirmaron la importancia de una solución pacífica al conflicto de Ucrania.

Arabia Saudí y los aliados del Golfo se han mostrado desafiantes ante las presiones de Estados Unidos para que rompan con Rusia, también productor de petróleo de la OPEP+, por su invasión de Ucrania y para que limiten los tratos con China, mientras intentan navegar por un orden mundial polarizado con la vista puesta en los intereses económicos y de seguridad nacionales.

El gigante petrolero Arabia Saudí es uno de los principales proveedores de China y la declaración conjunta reafirmó la importancia de la estabilidad del mercado mundial y de la colaboración energética, al tiempo que se esforzaba por impulsar el comercio no petrolero y mejorar la cooperación en materia de energía nuclear con fines pacíficos.

"Las dos partes reafirmaron que seguirán apoyando firmemente los intereses fundamentales de la otra".

En un guiño a las preocupaciones de seguridad del Golfo sobre Irán, otro proveedor de petróleo de China y con quien Pekín mantiene buenos lazos, acordaron la necesidad de "reforzar la cooperación conjunta para garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní" y de que Teherán respete "los principios de buena vecindad".

Riad expresó su apoyo a la política de "una sola China" de Pekín en la cuestión de Taiwán. Xi invitó al rey Salman a visitar China, informó la televisión estatal saudí.

HITOS

El líder chino dijo que su visita, durante la cual se reunirá con otros productores de petróleo del Golfo y asistirá el viernes a una cumbre más amplia con los países de la Liga Árabe, anunciaba una "nueva era" en las relaciones.

"China espera trabajar con Arabia Saudí y los Estados árabes para convertir las dos cumbres en acontecimientos que marquen un hito en la historia de las relaciones chino-árabes y chino-CCG, y llevar estas relaciones a nuevas cotas", citó el Ministerio de Asuntos Exteriores a Xi.

El emir de Qatar, el príncipe heredero de Kuwait y los presidentes de Egipto, Túnez, Yibuti, Somalia y Mauritania son algunos de los gobernantes que asistirán junto a los líderes y primeros ministros de Irak, Marruecos, Argelia, Sudán y Líbano.

Antes de las cumbres, Xi mantuvo conversaciones bilaterales con el príncipe heredero de Kuwait, el jeque Meshal al-Sabah, el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, el primer ministro iraquí, Shia al-Sudani, el líder sudanés, el general Abdel Fattah al-Burhan, y el presidente palestino, Mahmud Abbas.

Los diplomáticos dijeron que la delegación china firmaría acuerdos y memorandos de entendimiento con varios Estados, además de Arabia Saudí, que firmó un memorando de entendimiento con Huawei sobre la computación en nube y la construcción de complejos de alta tecnología en ciudades saudíes.

El gigante tecnológico chino ha participado en la construcción de redes 5G en la mayoría de los estados del Golfo a pesar de las preocupaciones de Estados Unidos sobre un posible riesgo para la seguridad al utilizar su tecnología.