• ¿Quién, qué?

Primero, el escenario. El viernes pasado, hubo movimientos importantes (y bajistas) en varios valores, desde la preapertura. Principalmente empresas tecnológicas chinas (BaiduTencent Music...), pero también empresas estadounidenses de medios de comunicación (DiscoveryViacomCBS) u otros actores (Farfetch...). El origen de la caída de estos valores se identificó rápidamente: Goldman Sachs y Morgan Stanley en menor medida- estaban vendiendo bloques de estos valores en rápida sucesión.

Más tarde se supo que los dos principales bancos estadounidenses estaban acelerando la liquidación de posiciones en el fondo de cobertura Archegos, vinculado al family office del financiero Bill Hwang. Esta situación de emergencia fue causada por un ajuste de márgenes, es decir, una gran discrepancia entre los recursos reales del fondo y sus posiciones deficitarias latentes.

La brusquedad del choque causó daños colaterales a otros intermediarios financieros. A primera hora de la mañana, el banco japonés Nomura ha sido el primero en mover ficha, aludiendo a una \"posible pérdida por actividades comerciales\". La pérdida es en realidad de 2.000 millones de dólares (\"en realidad podría ser el doble\", he oído esta mañana, pero no tengo forma de saber si es cierto o no). Nomura se cuida de señalar, para que conste, que \"no habrá cuestiones relacionadas con las operaciones o la solidez financiera de Nomura Holdings o su filial estadounidense\". ¿El resultado? -16% al final de la sesión en Tokio para el banco japonés.

Antes de la apertura europea, Crédit Suisse también emitió un comunicado. El banco mencionó el impago de un fondo de cobertura estadounidense, un fallo que \"podría ser muy importante y significativo\" para los resultados del primer trimestre. ¿El resultado? El banco de las dos velas, ya sumido en el escándalo Greensill y a punto de destronar al Deutsche Bank como institución europea más citada en casos extraños (escribo extraños para eslalonear entre los reproches de los servicios jurídicos), perdió un 14% en la sesión. Ah, espera, el Deutsche Bank también está aquí. Pero su exposición sería \"sólo una fracción de la de otros bancos\". ¡Uf, por una vez! -4% de todos modos en la sesión.

  • ¿Cómo?

Por los excesos y los montajes-financieros-extraños pero no ilegales (escribo extraños...  pero se entiende la idea).

Archegos es un fondo adscrito a la family office de Bill Hwang, considerado como un financiero con talento pero un poco \"bordeline\", que ya tuvo un encontronazo con la justicia bursátil hace unos diez años. Está claro que ha conseguido convertir una inversión de 200 millones de dólares en más de 10.000 millones en pocos años, con muchos fuegos artificiales en los últimos meses, como leemos aquí y allá. Al menos hasta la semana pasada.

Sin embargo, Archegos no figuraba en ninguna parte entre los accionistas de las empresas en las que se suponía que estaba invertido. Incluso cuando era propietaria de partes importantes del capital, superando en todo caso los umbrales de divulgación impuestos por la legislación estadounidense.

Esto puede explicarse con una doble fórmula mágica. En primer lugar, el hecho de que, como family office (es decir, una organización responsable de la gestión de los activos de una o más familias relacionadas), Archegos no está sujeta a las mismas obligaciones de transparencia que un fondo de inversión según la legislación estadounidense. Luego está la magia de los intercambios. En este caso, \"los swaps de rentabilidad total\" (TRS) por sus siglas en ingles, instrumentos derivados que se sabe que se utilizan regularmente en diversas configuraciones. Por ejemplo, creo recordar que estos canjes de acciones fueron utilizados por LVMH  hace unos años para hacer un avance oculto en el capital de Hermès. Una de sus ventajas es que garantizan una cierta confidencialidad.

Pero esta no es la única ventaja, ni mucho menos, ya que permiten a los hedge funds (y por tanto a los family offices) acceder a recursos de financiación en condiciones muy ventajosas (las que disfrutan los bancos) y con un importante apalancamiento. El fondo paga al banco un tipo de interés de intercambio. Recupera las plusvalías generadas y tiene que cubrir las pérdidas. Por lo que he sabido desde esta mañana, los fondos aportan entre una cuarta y una tercera parte de sus propios fondos, lo que significa que el resto de la inversión está apalancada.

Pero en el caso de Archegos, el apalancamiento habría sido (no tengo pruebas) más sustancial, según varias fuentes.

Si hay que creer al Financial Times, fue la sobreexposición de Archegos a la caída de las acciones de ViacomCBS  a principios de la semana pasada lo que desencadenó la llamada al margen inicial. La distribución de las posiciones largas/cortas del fondo también habría contribuido al desequilibrio (sin entrar en detalles, habría estado corto en los principales índices y en las large caps estadounidenses). Una reacción en cadena más tarde y varios bancos de inversión se encontraron lamiéndose las heridas, quizá sin sospechar siquiera el alcance real de las posiciones de la oficina familiar. Tampoco se dieron cuenta de que otras instituciones habían jugado al mismo juego.

Apostamos a que esto dará lugar a una nueva ola de sospechas y a la creación de una comisión de investigación por parte de la SEC y/o de los parlamentarios estadounidenses. Sin embargo, a diferencia del reciente asunto de GameStop, todo parece bastante claro, al menos hasta que se demuestre lo contrario: riesgos, apalancamiento, un toque de opacidad y una pizca de productos financieros distorsionados por la codicia. Un clásico, en definitiva.